Unos 60 vecinos de Los Cabezos de Epila, afectados por las filtraciones de aguas residuales en sus cuevas, han decidido emprender acciones legales conjuntas para exigir responsabilidades al ayuntamiento.

Los habitantes de Los Cabezos --en el casco antiguo de la localidad-- se reunieron el pasado sábado en asamblea con "el propósito de adoptar una estrategia común que pudiera favorecer la resolución del grave problema de filtraciones que sufren sus viviendas, procedentes en su mayoría, de la red municipal de vertido", según informaron en un comunicado. Con anterioridad, algunos de los afectados, como María Luisa, vecina de la calle el Castillo número 137, ya habían iniciado acciones legales por su cuenta.

Los conocidos popularmente como Los Cabezos son barrios pertenecientes al núcleo urbano de Epila y "desde tiempos inmemoriales", están habitados por los epilenses que han construido en ellos sus "viviendas-cueva" habituales.

Según informan los afectados en su comunicado, este problema de las filtraciones se produce desde hace más de una década, "sin que hasta el momento, el consistorio haya tomado cartas en este asunto". Por este motivo, "hartos de presentar reclamaciones verbales y escritas sin obtener respuesta alguna por parte del equipo de gobierno presidido por el socialista Martín Llanas", los vecinos damnificados han decidido organizarse y "aunar esfuerzos" creando una coordinadora de afectados que, tras nombrar una comisión negociadora, tiene previsto iniciar acciones legales con el fin de exigir la inmediata reparación de las averías además de pedir responsabilidades por daños materiales y personales.

ANALITICA Según indica una analítica encargada por un afectado a la empresa Gestión de Aguas de Aragón, la mayoría de estas filtraciones proceden de la red municipal de vertido, con el consiguiente riesgo para la salud de los vecinos como consecuencia de la alta carga de contaminantes presentes. Por este motivo, Alfredo Ruiz, uno de los afectados, también ha interpuesto una denuncia ante Sanidad. Además, las filtraciones también se traducen en un importante riesgo de derrumbe o hundimiento en estas viviendas.

Ahora, los afectados se volverán a reunir el próximo 21 de febrero, posiblemente ya en presencia de un abogado, con el fin de hacer el seguimiento de los acuerdos y acciones emprendidas.