El centro urbano de Movera se ve cada día colapsado, por ejemplo, por camiones cargados de paja de 16 metros de largo que se dirigen a la nave agrícola de los primos Chaure y que forman colas a ambos lados de la carretera principal.

Con el fin de acabar con estos atascos, hace 15 días se ha constituido una asociación, formada por nueve empresarios y 20 agricultores de Movera, que pretenden aunar esfuerzos para tratar de trasladar sus empresas fuera del centro urbano y crear un minipolígono a las afueras.

"Son empresas que llevan cerca de 25 años y que generan muchos problemas de tráfico porque a diario vienen camiones para cargar y descargar material, lo que molesta a los vecinos", explicó el alcalde, Ismael Abadía, quien ya ha empezado a entablar contactos con las autoridades. "Espero que el proyecto salga, aunque el principal problema es que no tenemos terreno industrial, porque todo es rústico", precisó Abadía.

Los primos Chaure han seguido con el negocio de sus abuelos y anexa a la vía principal, entrando por el camino Olivar, tienen su nave industrial y sus hectáreas de alfalfa. "Los sistemas productivos han avanzado mucho y la maquinaria es más grande", explica Angel. "Hemos estado a punto de cargarnos las farolas y los árboles de la calle principal en más de una ocasión", añade Miguel. Estos primos señalan también que en verano los vecinos se quejan de los ruidos que hacen por la noche: "Por el cambio de estación nos vemos obligados a meter horas y es comprensible que les moleste...", apunta Angel.

A unos metros de distancia, también en la parte de atrás de la carretera principal, se ubica la empresa Tubos Besmo, que fabrica elementos de hormigón. Según explica su propietario, Adolfo Bescós, su principal problema es que no pueden crecer como empresa. "Aquí ya no hay terreno, pero no me quiero ir fuera del barrio", suspira.

Y es que los nueve trabajadores que integran la plantilla son jóvenes de Movera. Hasta esta empresa también se acercan diariamente camiones para llevarse piezas de hormigón de cerca de cuatro toneladas. "Como vecino que soy resulta un incordio que el centro esté lleno de empresas por los atascos que se crean en la circulación", puntualiza.

El propietario de una empresa de puertas y persianas, Pedro Lanuza, es muy expresivo al calificar la situación: "Esto es un follón", dice. "Un polígono sería lo ideal", añade pensando en su hijo, que seguirá con el negocio.

Según explica el alcalde, Ismael Abadía, si el barrio lograra disponer en el futuro de un polígono, que sería exclusivo para sociedades del barrio, los terrenos donde se ubican actualmente las empresas podrían destinarse a viviendas, porque ese suelo es urbano.