Varias decenas de cosuendinos han desafiado a las inclemencias del tiempo y se han concentrado para dar un abrazo simbólico al Torreón de la Lisalta y exigir al Gobierno de Aragón que medie en el conflicto entre el nuevo propietario y el Ayuntamiento para que este bien "vuelva a ser del pueblo".

Catalogado como de Interés Cultural, este monumento del siglo XV era de titularidad eclesiástica y fue vendido a la familia Benedí Franco hace varias décadas.

En este período, el Ayuntamiento de Cosuenda insistió en varias ocasiones al titular para que cediera la propiedad al consistorio, basándose en informes de la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno autonómico en los que instaban a esa cesión para poder restaurar el Torreón y su entorno, informan fuentes municipales en una nota de prensa.

Tras las disputas en el seno de la familia Benedí en torno a la herencia y la propiedad, la Lisalta fue vendido a un vecino de Murcia, que fue quien se puso en contacto con el Ayuntamiento el pasado 16 de octubre para informar de que había adquirido los más de 2.700 metros cuadrados que incluyen el torreón y su entorno.

El Consistorio reclamó a la Consejería de Educación, Universidad, Cultura y Deporte que aplicara el derecho de tanteo o, en su defecto, delegase en el Ayuntamiento de Cosuenda pero no recibió contestación.

En sede parlamentaria la consejera del departamento, Dolores Serrat, aseguró que el Ejecutivo no iba a intervenir en una compraventa entre particulares si no había ningún indicador de que el bien corriera peligro, a pesar de que desde el pueblo se advierte de que el riesgo de ruina es "inminente".

También advirtió que la inversión no era prioritaria e invitó al Ayuntamiento a iniciar un procedimiento de expropiación.

Ante esta situación, el ayuntamiento cosuendino intentó negociar con el nuevo propietario la compra por el mismo precio al que lo adquirió -8.000 euros- más los gastos de tasas, notario y registros, a lo que se negó, así que le dio un plazo de cinco meses para que presente un estudio para la conservación y rehabilitación de todo el área.

El pueblo se ha mostrado unido ante lo que supone una "oportunidad perdida" para recuperar la propiedad de este símbolo local, causada por la negativa de la Consejería de Cultura a utilizar el derecho de tanteo o retracto.

Así, el alcalde, Óscar Lorente, ha exigido al Gobierno de Aragón que "enmiende el error" que ha cometido e intermedie entre Ayuntamiento y propietario para que este Bien de Interés Cultural vuelva a venderse al pueblo en las mismas condiciones.

"Ahora que tanto se habla de las identidades, del Reino de Aragón, de su archivo, de los bienes de la Franja, de la Corona de Aragón, no podemos perder nuestra Historia, nuestro patrimonio histórico-artístico y dejar que se lo regalen a vecinos de otras comunidades autónomas sin contar con sus pueblos", ha lamentado Lorente.

El alcalde ha criticado asimismo que el consistorio no fuera informado en su debido momento de la compraventa del Torreón porque los alcaldes y concejales, ha dicho, son "los guardianes del patrimonio" de los pueblos. "No solo estamos para que nos llame la DGA a través del 112 cuando hay un accidente o incendio", ha lamentado.

Tras la concentración, los vecinos han decidido mediante asamblea proceder a una recogida de firmas, solicitar un informe al Justicia de Aragón sobre cómo se ha llevado el expediente por parte del gobierno autonómico, la intervención de la consejera y la presidenta, así como sendos informes a la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) y a la comarca del Campo de Cariñena, a la que pertenece Cosuenda.

"Todos los niños hemos jugado allí. Es una cosa nuestra", coinciden alcalde y vecinos.