El parque Bruil urge una intervención para recuperar el arbolado de antaño. Hace apenas cuatro años que recibió la última gran remodelación, pero a pesar de ella, o quizá por ella, el número de especies y ejemplares se ha visto reducido de forma alarmante. Según los datos que manejan las asociaciones vecinales, se han perdido en tres décadas casi 600 ejemplares de los que antes poblaban esta emblemática zona verde de Zaragoza, y "entre un 50% y un 60%" de las especies que siempre han dado colorido a estos jardines inaugurados un 17 de julio de 1965 y que llevan el nombre de su diseñador y creador, Juan Bruil.

Estos colectivos ahora reclaman recuperar toda esa riqueza botánica, con actos como el de ayer, con la plantación de "tres ciruelos, tres plataneros, un acer, un fresno, dos moreras y un roble". Así lo explicó el presidente de la asociación de vecinos de La Magdalena, David Arribas, quien destacó que "ha habido un mayor índice de mortandad en el arbolado desde que se cambió el sistema de riego en el 2010".

INFORME La jornada dominical sirvió para que fueran los niños, que no llegaron a conocer ese parque de 1985, los que sembraran el futuro del mismo, "para que se parezca al de hace 30 años". Junto a la zona de la plantación, los más pequeños también pudieron dibujar su parque, como es y como les gustaría, colgar algunas de sus ideas en un improvisado árbol de los deseos, y vivir junto a sus padres y vecinos una mañana reivindicativa. Una cita más que, según Arribas, "culminará a finales del mes que viene con una asamblea en la que poner en común todas las propuestas de mejora que se están recogiendo en internet y que finaliza el 7 de abril".

Mientras, la asociación también ha elaborado un informe, el segundo ya, más centrado en pedir la protección del arbolado, y en el que destacan la "proliferación de un hongo (llamado armillaria mellea) que es mortal para estas especies, el encharcamiento que se produce con el actual sistema de riego por no estar controlado y la urgencia de actuar sobre las tres especies catalogadas en el recinto (un latonero, una encina y una acacia) que precisan una protección especial por parte del ayuntamiento". "No se puede tener un ábol monumental como la encina rodeada de adoquín y con una arqueta, que podría ponerse en cualquier lugar del parque, dentro del alcorque", añadió Arribas.