Las vías de tren sigue suponiendo una frontera para los vecinos de Oliver que a diario se ven obligados a cruzarlas. Este trayecto ya no entraña peligro, porque desde el pasado mes de abril el tren no pasa por estos raíles. Pero su presencia impide favorecer la comunicación en el propio barrio y es una señal de que el proyecto del corredor verde sigue siendo una actuación no prioritaria.

Los vecinos se quejan de la incomunicación que la permanencia de las vías genera y de la dejadez de la zona, que está llena de porquería, con jardines de tierra y sin apenas iluminación.

Un vecino, Luis Clemente, de 14 años, casi a diario cruza por las vías para ir al colegio Ramón Pignatelli o para visitar a su familia. "Cuando pasaba el tren era muy peligroso, hasta murió una chica y en su recuerdo hay un dibujo en el puente, ahora por lo menos... Así tengo que dar menos vuelta", explicó el joven.

Otra vecina, Blanca Salvador, de 42 años, se lamentó de la incomunicación: "Es como si viviéramos en dos barrios diferentes, esto está dejado de la mano de Dios". Como informó Blanca, ella atraviesa las vías para practicar yoga. "Ya no está el peligro del tren, pero pasan muchos niños y no hay iluminación suficiente en esta zona".

Yolanda Tiberio, con su hijo Ismael, de 16 meses, lo tiene crudo para pasar la frontera con la silla de bebé. "Soy un poco bruta y me vengo por las vías, si no, la única posibilidad que tengo para ir al otro lado son unas largas escaleras", añadió. "Es una vergüenza, en la otra zona está el parque, que es una maravilla, y muchos ni lo conocen". Al otro lado, en la zona conocida entre los vecinos como "la de los ricos", también está el campo de fútbol.

Y esta situación, además de las molestias diarias que provoca a los vecinos, deja entrever que el proyecto del bulevar, que pretende crear un espacio verde donde están las vías, va para largo. "Que los raíles sigan en el barrio es ya algo meramente anecdótico, lo que los vecinos queremos es que se ejecute de una vez por todas el corredor verde", demandó el presidente de la Asociación de Vecinos de Oliver, Manuel Clavero.