La ciudad de Teruel se ha acostumbrado en los últimos años a las restricciones de agua en las épocas de sequía. Para evitarlo, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Teruel reclamó ayer que se asegure una reserva hídrica para toda la población actual de uno 30 hectómetros cúbicos de forma que también se pueda atender a las necesidades futuras.

En una petición oficial realizada ante el ayuntamiento de la ciudad, la Confederación Hidrográfica del Júcar y los grupos políticos, los vecinos apuestan en concreto por abordar un recrecimiento del pantano del Arquillo. Actualmente caben 21 hectómetros cúbicos de agua. En la actualidad está completamente lleno y ha sido necesario desembalsar agua, ante la inquietud de problemas futuros. «Una posibilidad viable sería ampliar la actual presa unos cuatro metros», expresó el presidente de la agrupación vecinal, Pepe Polo. Otra opción que se ha puesto sobre la mesa pasaría por construir un nuevo muro unos metros más adelante del actual aprovechando la orografía del terreno.

«El objetivo de esta reserva hídrica es atender a la población, pero también ser conscientes de que en un futuro Teruel puede llegar a alcanzar los 50.000 habitantes», señaló la técnico de la asociación, Patricia Blasco.

Meses de sequía

Los miembros de la agrupación destacan que la ciudad podría ganara población gracias a la mejora de las conexiones ferroviarias y al impulso empresarial asociado al aeropuerto de la ciudad. «No podemos permitir que se repitan situaciones como en años pasados», expresó Polo. El pantano del Arquillo encadenó hasta el pasado mes de febrero 21 meses consecutivos perdiendo volumen. Esta situación extrema obligó a tomar medidas de ahorro y se cerraron fuentes públicas. La decisión sobre una futura ampliación de la presa está en manos de la confederación del Júcar.