Los posibles efectos nocivos de las antenas de telefonía móvil sobre la salud humana continúan preocupando a muchos colectivos ciudadanos de Zaragoza. Ayer mismo, mientras un grupo de vecinos de La Paz daba un paso más para intentar frenar la instalación de una estación base de telecomunicaciones en el número 157 de la calle Oviedo, otro conjunto de madres y padres de los alumnos de un colegio del Arrabal conseguían apuntarse un tanto en este terreno, consiguiendo retrasar la puesta en marcha de una antena en la calle Sobrarbe.

El pleno del Ayuntamiento de Zaragoza celebrado ayer tenía previsto abordar la incorporación de una infraestructura de telecomunicaciones al programa de implantación de Telefónica en la ciudad, que ya fue aprobado por el consistorio en el año 2006. Esta antena está situada sobre el número 4 de la calle Sobrarbe, que linda con el colegio Cándido Domingo y con una residencia de ancianos.

Pero la asociación de madres y padres de alumnos (AMPA) del citado centro escolar había solicitado la retirada de este punto del orden del día "para que dispongamos de más tiempo para poder buscarle una ubicación alternativa", señaló José Ramón López, vocal de la entidad. "No pedimos que no se instale. Pero queremos hacer algunas gestiones ante la compañía para proponerle una ubicación alternativa", añadió.

La AMPA todavía no ha decidido dónde propondrá que se acabe implantando el dispositivo. "Aún estamos estudiándolo", señaló López. "Solo sabemos que debería estar algo más alejada del centro escolar y de la residencia de ancianos", ya que consideran que tanto los niños como los ancianos son dos de los colectivos más vulnerables ante los posibles efectos nocivos del electromagnetismo que irradia este tipo de instalaciones.

El próximo paso que tiene previsto dar la asociación de padres y madres del Cándido Domingo es dirigirse por carta a la consejera de Educación del Gobierno de Aragón, Dolores Serrat. "Sabemos que la DGA no tiene ninguna competencia en esta materia, pero queremos pedirle a la consejera que medie ante la compañía telefónica para que busque otra ubicación".

La siguiente acción que piensan acometer será la organización de una charla informativa sobre los efectos de las antenas en la salud. Para ello, esperan contar con la asociación Asides, que hasta ahora les ha prestado asesoría técnica en esta materia.

La antena de la discordia ya está instalada hace tiempo sobre el edificio de la calle Sobrarbe. Pero todavía no ha entrado en funcionamiento porque CHA consiguió que el pleno suspendiese temporalmente la licencia en marzo del 2013. También logró que quedase en el aire la activación de otra más en la calle Juan XXIII, al lado del colegio que lleva ese mismo nombre y del IES El Portillo.