Los vecinos de Romareda y Universidad también se han unido para poner toda la maquinaria en marcha y conseguir hacer cambiar de opinión al Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) para que el rastro no se reubique en los alrededores del estadio de fútbol. Están dispuestos a convocar movilizaciones para manifestar su rechazo, pero antes de hacerlo van a preguntar a los residentes de la zona que se verían «afectados» por su posición respecto al traslado.

«Como el equipo de Gobierno utiliza la participación como quiere y no cuenta con la ciudad, nosotros sí que vamos a preguntar a los vecinos», explicó el presidente de Unión Vecinal Cesaraugusta, José Luis Rivas.

Los presidentes de las comunidades de los 48 edificios que rodean el campo recibirán hoy una carta de las asociaciones vecinales Agustina de Aragón, Arco Iris y Unión Vecinal solicitándoles que reúnan a sus vecinos para conocer si están de acuerdo con la posibilidad de que el mercado ambulante vuelva al barrio. «Según la respuesta que nos den, actuaremos en un sentido o en otro, pero vamos a hacer lo que no ha hecho el Gobierno de la ciudad, que es preguntar», insistió Rivas.

Las tres entidades se han unido para evitar el cambio de emplazamiento del rastro de la misma manera que lo han hecho en el Rabal, donde las asociaciones vecinales de Arrabal y La Jota han iniciado una recogida de firmas en contra de que los puestos ocupen la explanada de la Estación del Norte.

Rivas explicó que hay 2.160 viviendas en el entorno de La Romareda donde la mayoría de los residentes son de avanzada edad que «ya sufrieron el rastro durante años», recordó. Aventuró que, en caso de que ZeC cumpla con el deseo de la junta de vendedores ambulantes «crearán problemas donde no los hay», como el aumento de la «suciedad», la ocupación de las plazas de aparcamiento y la «saturación» del tranvía. Además, aseguró que, precisamente, este barrio «no necesita de un mercado para que lo dinamice». Si lo hacen con esa intención que se lo lleven a Las Fuentes o Torrero», añadió.

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, apuntó que la búsqueda de un nuevo emplazamiento requiere de una «visión de ciudad» donde los barrios tienen «mucho que ganar» desde el punto de vista comercial, algo que niegan las asociaciones vecinales. El regidor admitió que este tema va a generar opiniones enfrentadas, como ya ha sucedido, pero la decisión final se tomará atendiendo a los informes de los servicios y los estudios definitivos. Respecto a la creación de una mesa de debate con todos los agentes implicados, medida que se aprobó en el último pleno -donde también se votó en contra del traslado-, Santisteve se limitó a decir que lo harán cuando toque, es decir, cuando estén todos los informes. Sin embargo, desde Mercados ya han elaborado toda la documentación pertinente sobre la ubicación de los puestos, la distancia sobre los mismos e, incluso, sobre la colocación de las furgonetas de cada uno de los vendedores.