El joven de 23 años que protagonizó el pasado domingo una persecución de película en Teruel estaba fichado por la Policía Nacional.

Según fuentes consultadas por este diario, los agentes de la Guardia Civil fueron a identificar a I. G. P. porque el turismo que conducía estaba señalado por la comisaría de la Policía Nacional de el barrio madrileño de Chamberí. El mandato era el de realizar un control específico en caso de ser visualizado.

Una diligencia que dos guardias civiles iban a realizar tras avistarlo en un camino junto a la A-226, a la altura de Allepuz, en la comarca del Maestrazgo. No pudieron, ya que inició una huida que finalizó tras recorrer 44 kilómetros y ser dado el alto con dos disparos intimidatorios hacia la parte trasera de las ruedas del vehículo.

Cuando consiguieron sacarlo del turismo, un Lexus modelo CT200H, este joven natural de Barcelona espetó a los agentes: «Me habéis cogido porque voy con este coche, si hubiera ido con el S8 no me pilláis». Tras ello fue detenido e imputado por un delito contra la seguridad vial, otro de atentado y uno de resistencia grave a los agentes de seguridad. Hoy pasará a disposición del juez de guardia de Teruel.

En el dispositivo puesto en marcha para arrestar a este joven de 23 años, natural de Barcelona, se llegaron a activar miembros del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local de Teruel, así como a una pareja del Núcleo de Reserva de Teruel y a otra del destacamento de Tráfico de Teruel.

Fue a las 09.20 horas cuando el vehículo fue interceptado por los agentes activados a 200 metros de que entrara en Teruel. Había recorrido 44 kilómetros por la A-226, no solo dándose a la fuga de la Guardia Civil, sino causando grave riesgo para la circulación del resto de los vehículos que transitaban por la vía.

No obstante, la vía, limitada a un máximo de 90 kilómetros por hora llegó a cerrarse para evitar accidentes. Fue en ese punto de limitación en el que pudieron darle el alto. I. G. P. fue consciente del dispositivo, llegando a realizar una maniobra brusca en dicho punto que hizo que su vehículo se saliera de la vía y continuando por la cuneta encementada hasta detenerse por no poder continuar más por la misma. El conductor aceleró el turismo, intentando salir de esa zona y adentrarse dentro de la vía hacia la zona en la que se encontraban los agentes. Hubieran sido atropellados si no llega a ser porque una agente del Cuerpo Nacional de Policía realizó dos disparos intimidatorios hacia la parte traseras de las ruedas del vehículo.

El equipo de Atestados le realizó la prueba de alcoholemia que dio un resultado negativo y el test de drogas que dio positivo. Antes agredió a cinco agentes que intervinieron que actualmente están de baja laboral por las lesiones en brazos y hombros que sufrieron. El turismo, que fue trasladado al depósito municipal de la Policía Local de Teruel, fue registrado, si bien los agentes no observaron nada destacable.