El consejero de Obras Públicas del Gobierno de Aragón, Javier Velasco, alertó ayer de que si no se crea un sistema de transporte subterráneo que comunique la estación intermodal de Zaragoza con otros puntos de la capital se generará un gran caos de tráfico con la entrada en funcionamiento de la terminal de autobuses.

En contestación a una interpelación de CHA, Velasco explicó que prevé abrir la estación de autobuses a finales del verano del 2005, pero planteó la necesidad de mejorar a medio plazo el transporte urbano hasta la terminal para que no se colapsen los accesos a la misma.

A la futura terminal llegarán diariamente unos 536 autobuses, que se ubicarán en las 40 dársenas con las que contará la estación, y que servirán para acoger a las empresas de transporte por carretera que actualmente están repartidas por toda la capital aragonesa, con una previsión de 8,1 millones de viajeros anuales.

"Cuando la estación empiece a funcionar, conjuntamente con la terminal de tren de alta velocidad y la de tren convencional, o se cuenta con un sistema de transporte urbano, diferenciado del que tenemos, o no podremos garantizar su funcionamiento", dijo Velasco, para quien la única manera de permitir un acceso rápido de los pasajeros hasta Delicias será por medio de un transporte subterráneo. "No hay otro", insistió.

Desde el punto de vista económico, explicó que podría llegar a costar más trasladarse desde la estación al Hospital Miguel Servet, que desde Huesca a la estación Delicias, "y la única manera de resolver eso es que llevemos rápidamente a cabo un sistema de transporte alternativo". Añadió que el Gobierno va a hacer todos los esfuerzos "para que esto sea así, pero el ayuntamiento tiene que reordenar el tráfico".