El banco de libros, la fórmula elegida por el Departamento de Educación para facilitar el acceso de las familias a los manuales ante la imposibilidad de rescatar la gratuidad de los libros de texto debido a su alto coste económico, podría ser gestionado por los propios libreros. Esa, al menos, es la propuesta que el colectivo ha realizado a la Administración, que estudiará la oferta.

El programa de préstamo, en colaboración con las familias, con los centros y con los libreros, persigue lograr que los libros sean gratuitos para las familias o que estas tengan que aportar en torno a diez o veinte euros al año por este concepto, una cantidad «asumible», según el departamento. Empezará a ponerse en marcha el curso 2019-2020, si bien no estará implantado al 100% hasta dentro de tres años.

Entre los aspectos que todavía restan por solventar está determinar quién gestionará ese banco de libros. La ingente carga de trabajo que supondría para los centros educativos o para las familias ha sido el argumento utilizado por los libreros para ponerse a disposición de Educación, a la que trasladó su propuesta hace meses. Durante las primeras semanas del próximo curso se adoptará una solución definitiva sobre este asunto, ya sea aceptando la oferta de los libreros o no. «Es una idea que ya se está llevando a cabo en otras comunidades y que proponemos en Aragón. Siempre hemos dejado claro nuestra disposición a colaborar en este asunto y hemos pedido que se nos tenga en cuenta, pero si antes solicitábamos nuestra participación en la venta, ahora ofertamos ser los que gestionen este sistema», indicó Óscar Martín, vicepresidente de la Asociación de Libreros de Zaragoza.

A expensas de la respuesta de la Administración, los establecimientos aseguran que está siendo un verano «normal». Apenas pequeños retrasos en la llegada de algunos manuales de diferentes editoriales correspondientes a Primaria, «pero nada especial», afirma el portavoz del colectivo. «En principio, no hay mucha diferencia respecto a otros años, salvo esa demora en algunos libros que todavía no han salido y que corresponden a proyectos nuevos en editoriales, pero lo harán a final de mes, así que no se esperan problemas», expuso Martín.

DEMORA EN LAS BECAS / Tampoco el retraso en la convocatoria de becas por parte de la Administración parece inquietar a los libreros, a los que el departamento habría prometido que esta demora no afectará a la entrega de cheques a los colegios. «Nos han asegurado que todo irá bien», dice Martín, que afirma que el número de establecimientos adheridos al programa de becas de Educación tampoco se mantiene similar al de cursos anteriores.

Precisamente, los becados tendrán la obligación de ceder sus libros a los centros a final de curso para facilitar la puesta en marcha de ese banco. Esta imposición entrará en vigor a finales del 2018-19, si bien la Administración invitó a las familias que disfrutan de esta ayuda a realizar esta entrega ya a final del curso pasado, pero esta cesión voluntaria apenas ha contado con seguimiento, según ha podido saber este periódico.

Más de 17.000 niños aragoneses disfrutan de beca, cuyo importe oscila entre los 100 y los 230 euros por solicitante en función de la etapa educativa y que cubren el 100% del coste de los libros. Con la nueva normativa, las becas pasarán a ser un sistema de préstamo y los centros irán creando sus propios bancos de libros.