Aragón vende retazos de su pasado. Primero fue el castillo de Biniés, cerca de Jaca; luego otro en el entorno del pantano de El Grado, e incluso pueblos abandonados en Cinco Villas (Lacasta) y masías del Matarraña. Y ahora le ha llegado el turno a un palacio del siglo XVI, ubicado en Rubielos de Mora, y que fue la residencia del obispo Joaquín Sánchez Cutanda.

Se ofrece por 1,4 millones de euros, por parte de la inmobiliaria Lançois Doval, que se especializa en inmuebles prestigiosos y destaca que el edificio pose 1.359 metros cuadrados, está hecho de sillares y presenta un buen estado de conservación. Además, resaltan los vendedores, posee todo lo que caracteriza a una casa solariega: arcos de medio punto y ojivales, vigas de madera, balcones enrejados, y detalles de inspiración morisca.

"Nos encontramos ante una oportunidad única de disfrutar de un pedazo de historia turolense en Rubielos de Mora", afirma Robert Menetray, director general de Lançois Doval. "El comprador puede hacer uso de esta singular propiedad como residencia particular o bien explotarla comercialmente, ya sea como hotel con encanto o como restaurante", añade.

El palacio se distribuye en cuatro plantas, la mayor de 409 metros cuadrados y la menor de 180, comunicadas por una amplia y señorial escalera. La finca también cuenta con una inscripción sobre la vida del obispo Joaquín Sánchez Cutanda, pues este palacio fue su residencia en la que se estableció la Junta Superior de Aragón y parte de la de Castilla.

Hace ya algunos años que la provincia de Teruel se convirtió en reclamo turístico gracias a sus casas rurales, palacios y casas señoriales, ofreciendo al visitante uno de los conjuntos arquitectónicos y paisajísticos más armónicos de Aragón.

la publicidad de la inmobiliaria destaca que la finca, "lejos de estar sujeta a una moda arquitectónica concreta, juega con estilos muy diversos. Asimismo, indica que Rubielos de Mora, a 52 kilómetros al este de la capital provincial, cuenta con excelentes comunicaciones. Destaca que solo dista 17 kilómetros de la autovía de Valencia, de donde se halla a una hora en coche. Además, subraya que la villa ha sido galardonada con el premio Europa Nostra por los trabajos de restauración realizados en su casco urbano, que la convierten "en uno de los conjuntos más armónicos de Aragón".