Los efectos de la pandemia ya se dejaron notar en marzo en el mercado inmobiliario, pero en abril se han mostrado con toda su crudeza. De hecho, la venta de pisos en Aragón ha arrojado la cifra más baja de los últimos siete años. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en abril se vendieron en la comunidad 549 viviendas. Son la mitad que en el mismo mes del año pasado (1.065 compraventas) y el dato más bajo desde octubre del 2013. En todo este tiempo, nunca se han vendido tan pocos pisos en un mes en Aragón, consecuencia directa del parón por la crisis sanitaria.

El descenso registrado en la comunidad, del 48,5%, es el sexto más fuerte de todo el país, tan solo superado por las caídas de Navarra (-66%), Extremadura, Canarias, Castilla La Mancha y Asturias. La Rioja es la comunidad donde menos han bajado las compraventas, con un retroceso del 20%. En el conjunto del país el descenso fue del 39%.

De esta forma, y debido a la pandemia, Aragón está registrando uno de los peores inicios de año desde que hay datos estadísticos. En los cuatro primeros meses se han comercializado en la comunidad 3.981 pisos, frente a los más de 4.500 del mismo periodo del 2019. Y eso que Aragón había anotado un buen final de año y un buen comienzo hasta que estalló la crisis sanitaria. No en vano, en enero se vendieron 1.303 viviendas, el mejor mes desde julio del 2019.

Ante este escenario, los expertos del sector dan por descontado una caída anual del 25%, si bien algunos creen que el descenso será mayor y podría superar el 40%. Eso sí, todos descartan una crisis como la del 2008 y confían en que esta parálisis, aunque muy intensa, será temporal. Su duración dependerá también del impacto de la pandemia en el mercado de trabajo y el paro.

El descenso en la compraventa de vivienda se focalizó en abril en la obra nueva. En Aragón solo se comercializaron 115 pisos de primera mano, una tendencia que también se ha dado en el resto del país.

En el conjunto de España, el número total de transacciones se situó en 25.042 en el cuarto mes del año, un 28,1% menos que el mes anterior y un 39,2% inferior al de hace un año, según la estadística del INE. Es la cifra más baja en este mes desde el 2014.

Abril es el primer mes donde queda patente el impacto de la pandemia en los movimientos del mercado residencial, ya que sólo la segunda quincena de marzo se vio afectada por las medidas restrictivas que impuso el Gobierno a raíz de la declaración del estado de alarma el día 14. El INE se hace eco también de la limitación de la libertad de circulación de personas que estableció el Ejecutivo y que en la práctica supuso la paralización casi total de los contratos. Sólo aquellos que ya estaban en fase avanzada pudieron concluirse de manera excepcional y telemática.

El 90% de las viviendas transmitidas por compraventa en abril eran libres y el 10%, protegidas. En términos anuales, el número de viviendas libres transmitidas por compraventa disminuyó un 38,8% y el de protegidas, un 43%.

Por otra parte, el 17,7% de las viviendas transmitidas eran nuevas, frente al 82,3% de usadas. El número de operaciones sobre viviendas nuevas bajó un 41,3% en comparativa interanual y el de usadas, un 38,8%.

Con todo, y según una encuesta del portal inmobiliario pisos.com, más del 70% de los españoles cree que es un buen momento para comprar una vivienda y otro 57% opina que también lo es para alquilar.