El coronavirus ha implicado de lleno en las relaciones comerciales que mantienen Aragón y China, que se han frenado como consecuencias de las restricciones impuestas por el gobierno del gigante asiático. El golpe ha llegado cuando las exportaciones de la comunidad autónoma a esta potencia mundial vivían su momento más álgido, con un volumen de ventas que crece año a año con gran vigor, hasta el punto de que la cifra se ha multiplicado por diez en la última década, hasta 589,6 millones de euros alcanzados en el 2019. El protagonista de este crecimiento es el sector agroalimentario, y más concretamente el porcino, que ahora vive con preocupación la repercusión que está teniendo.

Todavía no hay cifras oficiales de cómo están afectando el virus a estos flujos comerciales, pero la crisis sanitaria ha provocado la paralización casi total de envíos de carne al gigante asiático debido a la menor demanda y, sobre todo, a la interrupción de la actividad logística en los puertos chinos. Si la situación no empieza a normalizarse, las consecuencias sobre el sector porcino —que es clave en el engranaje de la industria agroalimentaria aragonesa— se recrudecerán, lo que podría afectar a los precios del cerdo y hacer que tiendan a la baja.

CARNE Y ROPA DE INDITEX

La inquietud llega tras un año 2019 en el que se batió con creces el récord de exportaciones de Aragón a China, con una subida del 74% respecto a los 3.387 millones anotados en el ejercicio precedente, según datos del ICEX. La agroalimentación, impulsada por el porcino, fue el gran protagonistas de este incremento de ventas. Este sector triplicó el volumen de sus operaciones en la comparativa interanual, al pasar de los 118 millones del 2018 a los 389.4 del pasado año. De esta manera, dos terceras partes de lo que la comunidad vendió al gigante asiático fueron productos agrolaimentarios, la mayor parte de ellos —en torno al 90%— relacionados con el cerdo.

La siguiente actividad en importancias es el textil, con 139 millones de euros. En este caso, las ventas responden casi en exclusiva a las prendes de ropa que el grupo Inditex distribuye desde la plataforma logística que tiene en Plaza, cuyos flujos con China son por vía aérea. En relación al año anterior, este epígrafe de exportaciones bajó en torno a un 15%, respecto a los 167 millones del 2018.

El crecimiento de las ventas aragonesas a Pekín ha sido contantes en los últimos años. En el 2009, el volumen de negocio se situaba en apenas 59,4 millones, mientras que diez años después se acerca a los 600 millones. Solo en los últimos cinco años, la cifra se ha duplicado, desde los 232 millones del 2015.

TRES VECES MÁS DE IMPORTACIONES

En cuanto a las importaciones con este país, la evolución también ha sido exponencial, desde los 348,2 millones de hace una década a los 1.604,5 millones del ejercicio pasado. Las compras a China, considerada la fábrica del mundo, triplican la cifra de exportación, aunque el pasado año registraron un ligero descenso de casi el 3%. Los bienes de equipo (858,7 millones) y los productos industriales y tecnológicos (739,8) representan en este caso el grueso de las operaciones.