El caso de esta menor no es el primero que se registra en Zaragoza este año. Según ha podido saber este diario de fuentes judiciales, un juez de la capital aragonesa retiró el pasaporte a una pareja de inmigrantes para impedir que se trasladaran a su país de origen y evitar así la ablación de la niña. Las sospechas de que en Aragón se podía estar practicando la mutilación genital femenina a niñas originarias de países donde es frecuente, ya hizo que la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) abriera una investigación hace más de dos años.

Hasta los responsables del ministerio público llegaron informaciones que apuntaban a que una hechicera africana podía haberse desplazado a Zaragoza para realizar estas intervenciones entre las niñas de determinadas colonias de inmigrantes. Tras varios meses de investigaciones, el caso se cerró por falta de pruebas y sobre todo, por la falta de colaboración de las familias de niñas con potencial riesgo. Paralelamente, en algunas consultas médicas se detectaron casos ya realizados, pero se comprobó que habían sido practicados en sus países de origen. No obstante se insistió en reforzar la vigilancia sobre todo a través de los servicios sanitarios, que recientemente se plasmó en un protocolo de actuaciones.