El descenso de fallecidos en las carreteras aragonesas este verano ha atenuado la preocupante tendencia al alza de la siniestralidad vial este año. Aún así las víctimas se mantienen ligeramente por encima del anterior, tras varios años de descenso. En julio y agosto han muerto once personas en accidentes de tráfico en la comunidad, frente a los 18 del 2013. En el acumulado del año alcanzan los 41. Por provincias, el descenso más acusado de este año se da en la provincia de Zaragoza, donde ha habido tres víctimas este año frente a las 12 que se registraron el anterior. En Huesca han sido cinco las víctimas, y en Teruel otras tres.

Las cifras oficiales facilitadas por la Dirección General de Tráfico difieren ligeramente de las reales, aunque las tendencias coinciden. En estas últimas habrían sido 14 las víctimas, pero seguirían siendo menos que las 19 del año pasado, según el mismo cómputo. Y a nivel global también crecerían de 42 a los 43 muertos en carretera que se alcanzan hasta ahora.

El motivo de la diferencia son los factores correctores que la DGT establece para considerar a un fallecido como víctima del accidente de tráfico. Por ejemplo, no se contabilizan los que fallecen a consecuencia de un problema de salud previo --un infarto que provoca la pérdida de control del coche--, ni los que mueren una vez pasado cierto tiempo ingresado en el hospital.

SALIDAS DE VÍA

Entre los tipos de accidente más frecuentes, la salida de vía sigue siendo con mucho el que más víctimas mortales genera, diez de las 14 totales. Fue, por ejemplo, el tipo de siniestro registrado en los dos casos en la jornada más trágica en las carreteras de la comunidad en los últimos años, el pasado 21 de agosto. Murieron cinco personas, una madre y su hija en la AP-2 en Torrente de Cinca y otras tres personas en un camino de servicio de la Confederación Hidrográfica del Ebro, al caer a un canal en las inmediaciones de Sádaba. El resto de las víctimas lo fueron por atropello (2), por caída y solo una por choque.

En cuanto a los tipos de vía, aparte de los caminos vecinales y de servicio --que por el citado siniestro elevan a cuatro las víctimas--, la mayoría perdieron la vida en carreteras nacionales, sin que ninguna aparezca como especialmente peligrosa. En las autonómicas, la autopista --también por el mencionado accidente-- y en poblado hubo dos accidentes mortales en cada uno de los tipos.