Sara Fernández pasó una mañana amarga en la fiesta de la Cincomarzada, donde se encontró de frente con las protestas de los jardineros, que llevan 46 días de huelga y que aprovecharon la jornada para poner altavoz a sus reivindicaciones. Fueron primero unos pocos los que se acercaron hasta la vicealcaldesa y el concejal de Participación y Relación con los Ciudadanos, Javier Rodrigo.

La vicealcaldesa decidió entonces acompañarles hasta el lugar donde estaban el resto de empleados de FCC e intentó dialogar con ellos, pero el ambiente se caldeó rápido, bien parecido a lo que sucedió no hace mucho en el salón de plenos del ayuntamiento. Subieron los tonos de voz, aparecieron los insultos, golpes fuertes sobre las mesas y hasta algún otro empujón al que la política no quiso darle mayor importancia.

No se asustó, contó posteriormente, aunque el mal trago fue indisctutible y tuvo que recogerse en una zona vallada detrás del escenario, donde también había una caseta que le sirvió para coger aire. Hasta allí habían llegado también los empleados de FCC, que no pasaron esa barrera policial pero sí cruzaron una línea de respeto, decisión que casi nadie comprendió. Fernández y Rodrigo esperaron durante más de media hora a que se calmasen los ánimos, pero por fin los policías le abrieron camino hasta un coche y pudo abandonar el parque. A su espalda seguían los gritos y la zona del escenario y las reivindicaciones quedaba medio vacía. La protesta jardinera también afectaba a la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ), a la que le estropearon una jornada por la que pasaron 100.000 personas.

REVENTAR EL ACTO

«No había manera de hablar», explicó la vicealcaldesa, así que los dos miembros del Gobierno de PP y Cs tomaron la decisión de abandonar el parque del Tío Jorge sin recoger las reivindicaciones de los barrios en el escenario principal. La amenaza era clara: «Reventar el acto». Tras su tradicional paseo por el recinto, intentó disuadir a los empleados de Parques y Jardines explicándoles que era un «día para las reivindicaciones de todas las asociaciones vecinales» y no solo las suyas, pero tuvo que abandonar el parque «por respeto» a la fiesta de los distritos.

Los jardineros la siguieron hasta el lugar donde se refugió, detrás de la carpa principal, donde pronto se reprodujeron los gritos desde un lado y otro del vallado, hasta que la Policía la acompañó a una de las calles que rodean el parque y un vehículo la alejó definitivamente de los problemas. «No me lo esperaba», confesó Sara Fernández, que llegó a primera hora al Tío Jorge con el mismo talante dialogante de otras veces: «Siempre me ha gustado mucho dialogar, venía a lo mismo».

Así explicó la vicealcaldesa el incidente pocos minutos después del escrache, cuando ya estaba en la zona vallada detrás del escenario y protegida por la Policía Local. «Hemos ido a dar una vuelta por todos los grupos que hay aquí, por peñas, partidos y otras entidades. Hemos venido a escuchar como siempre. Cuando han venido los trabajadores de FCC, les he acompañado adonde ellos están para hablar, pero ha sido materialmente imposible. Enseguida han empezado los insultos, las amenazas y los gritos».

Fernández lamentó que la reivindicaciones de los jardineros, «que son muy legítimas», hayan impedido al equipo de Gobierno «recoger personalmente el manifiesto con las reivindicaciones» de los vecinos. «Hoy es un día de fiesta vecinal, de reivindicaciones de todas las asociaciones y lo que queremos es que esta fiesta continúe. Como han amenazado con reventar el acto, incluso aunque la federación de barrios ha intentado hablar con ellos, no las hemos recogido aunque las hacemos nuestras».

CONTACTO DIRECTO ENTRE LAS PARTES

La vicealcaldesa reiteró que los jardineros «tienen un contacto directo» tanto con el alcalde como con la concejala de Servicios Públicos, que están mediando en primera persona para la resolución de este conflicto con la empresa, «pero lo que queremos es que se respete esta fiesta de todos los zaragozanos».

Sara Fernández no fue la única política que pasó la mañana entre los jardines del Tío Jorge. Allí estuvo también la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, y sus compañero Alfonso Gómez Gámez y Horacio Royo, que también coincidieron con los jardineros. No hubo problemas serios en su caso, aunque la conversación, de unos 40 minutos, tampoco fue excesivamente distendida, con momentos tranquilos y otros más altos. «Ha habido mucho respeto entre las partes, ha ido todo bien y hemos quedado en volver a hablar la semana que viene», explicó más tarde Ranera.

La huelga de los jardineros se ha enquistado en los últimos días, después de que el pasado miércoles se rompieran las negociaciones entre el comité de empresa y la dirección de FCC. La intervención de Jorge Azcón a favor de los empleados la pasada semana pareció dar un empujón al conflicto, e incluso los trabajadores llegaron a pensar que todo quedaría arreglando antes de la Cincomarzada. Pero el último giro en las conversaciones ha llevado a los trabajadores de la desesperación a la exasperación, hasta tal punto que ayer quebraron en buena parte la fiesta de la FABZ.

Pedro Santisteve, exalcalde con ZeC, también estuvo presente en el parque, y aprovechó su presencia para opinar sobre diferentes cuestiones. Sobre el conflicto en FCC mostró su «preocupación» por las familias de los huelguistas. «No hay derecho a que una vez que está a punto de cerrarse el acuerdo, el alcalde se pone de perfil y la empresa decide romper otra vez la baraja», criticó. Sobre la reforma de La Romareda, Santisteve dijo que «la afición se merece un estadio nuevo», pero no a costa de beneficiar «intereses privados». Por último, Amparo Bella, de Podemos, habló de “una jornada muy especial porque todos los barrios están movilizados por el recorte presupuestario del Gobierno de la derecha. Plantean la defensa de la ciudad, de todos los barrios, y la inversión en las obras necesarias". "Además, es una jornada histórica de reivindicación para los jardineros, que llevan ya 46 días de huelga. Seguimos exigiendo que Azcón ponga una solución y obligue a FCC a encontrar la solución, pero de momento no se bajan del burro”, concluyó la concejala de Podemos junto al puesto del 8-M antes de que se produjeran los incidentes de los trabajadores de FCC con Sara Fernández.