Maestro

Ha editado una obra miscelánea que explica la historia de la escuela aragonesa durante el siglo XX, una obra que habla de todos nosotros. Se llama La tarea de Penélope. Cien años de escuela pública en Aragón (Biblioteca Aragonesa de Cultura). Nuestro invitado ejerce como profesor en la Escuela de Magisterio de Huesca.

--¿Por qué le llama Penélope?

--Por este continuo hacer y deshacer, porque la historia del siglo XX es una historia convulsa, con muchos cambios. A veces, el propósito de los políticos era justamente el de deshacer lo que habían hecho otros.

--Es lacerante el parón que sufre la escuela tras la guerra.

--Hay una trayectoria que se rompe. La edad del oro de la pedagogía española iría desde primeros de siglo hasta la guerra civil. Unos 30 años de progreso y modernización, que sirvieron para abrir la escuela a lo que sucedía en Europa.

--¿Dónde estaban esos frutos?

--Son los españoles que viven la República, un tiempo muy breve, y son los españoles que perdimos con la guerra civil, bien porque murieron, bien porque fueron depurados. Y es, por ejemplo, mucha gente que se fue a México. Sólo con consultar el listado de socios fundadores del Ateneo Español de México te haces una idea muy precisa de lo que perdimos.

--¿De dónde nace esa violencia de los maestros en la postguerra?

--Esa violencia que no se daba en la escuela de la República, al menos con ese nivel de ensañamiento y patología. Yo creo que la escuela es una institución pensada para la disciplina. Una razón es la escasa formación de los maestros. Además, era casi in castigo trabajar en una escuela que no dispone de ningún medio. Por otra parte, los maestros tenían unos sueldos de hambre y eso se traducía en violencia.

--¿Guardamos un poco de esperanza para la escuela actual?

--Se está trabajando muy bien, hay mucha gente a la que yo llamo Tejedores de sueños , maestros comprometidos con su trabajo. También los niños que han venido de lejos se construyen una identidad en la escuela, que es un espacio tolerante y abierto.

--¿Ese reto de la inmigración no nos ha sorprendido?

--Sí, ha supuesto un fenómeno repentino. A los maestros les crea un poco de inseguridad, porque tampoco tienen los medios precisos para trabajar. Algunos maestros han sido abandonados a su suerte, como si la escuela pudiera con todo. Son los niños los que mejor se integran, los que lo hacen con más naturalidad.

--Creo que tiene entre manos otras historias.

--Una sobre el exilio pedagógico y otra sobre el 75 aniversario del colegio Joaquin Costa y la recuperación de la memoria arrebatada.