Quizás nunca tenga que socorrer a un ciudadano en una situación de emergencia, pero lo cierto es que unos conocimientos básicos en primeros auxilios pueden ser cruciales para salvar la vida a alguien en apenas un segundo. En Aragón, en los últimos tres meses dos vecinos, gracias a su aprendizaje en reanimación cardiopulmonar, han logrado socorrer a dos personas que se encontraban en estado crítico. Su competencia en primeros auxilios fue vital, pero lo cierto es que esta enseñanza básica no está interiorizada en la sociedad.

Desde la Unidad Docente de Medicina Familiar del Sector Sanitario II de Zaragoza llevan 12 años concienciando a estudiantes y profesores sobre técnicas de emergencia. Sus clases, dirigidas por sanitarios y enfocadas a estudiantes de 4º de ESO y 1º de Bachillerato, cuentan, entre otras cosas, con talleres de parada cardiaca, reanimación, primeros auxilios o qué hacer en situaciones de atragantamiento. «Al principio íbamos nosotros a los centros, pero ahora son los chavales y su profesorado los que vienen a nuestra aula de formación. Tenemos mucha demanda y estamos muy contentos porque cada día hay más gente interesada», comentó a este diario Fran Pablo Cerezuela, técnico de salud de esta unidad de Medicina Familiar del sector II.

TÉCNICAS PRINCIPALES / Los cursos duran entre 3 y 4 horas y se imparten a grupos muy pequeños. «Son los institutos quienes nos solicitan asistir a las clases y hemos notado que el interés y las peticiones han aumentado en los últimos años. Algún profesor nos ha comentado que ha tenido algún susto con algún alumno en clase y han tenido que llamar al centro de salud», añadió Pablo.

Este técnico sanitario apuntó que «estos conocimientos son un plus de formación para los docentes, así que ya no solo nos dirigimos a los adolescentes», precisó.

Por su parte, los médicos residentes en Atención Primaria, durante su periodo de formación, también pueden proponer cursos de primeros auxilios en su centro y «explicar nociones básicas de emergencia a la ciudadanía», matizó Pablo.

El protocolo PAS (Proteger, Avisar y Socorrer), la maniobra Heimlich o la reanimación cardiopulmonar (RCP) son algunas de las principales prácticas que pueden ser decisivas para la supervivencia de una persona. De ahí la importancia de que los ciudadanos tengan una preparación adecuada para poder atender a las victimas hasta que lleguen los servicios profesionales.

En este sentido, oenegés como Cruz Roja o la Asociación de Ayuda en Carretera (DYA) disponen de escuelas de formación que, además de formar a sus voluntarios, cuentan con cursos para grupos de particulares.

Cruz Roja y Dya / Fuentes de Cruz Roja aseguraron que «cada día más grupos de particulares demandan actividades de asistencia básica». Se trata, por ejemplo, de madres que quieren saber cómo actuar en caso de que sus hijos tengan un accidente doméstico. Ante todo, destacan la importancia de conocer la maniobra RCP y de saber usar un desfibrilador, ya que «salvan vidas».

Por su parte, DYA Zaragoza es una entidad formadora homologada por el Gobierno de Aragón para impartir cursos externos de Soporte Vital Básico, Reanimación CardioPulmonar y el uso de desfibriladores. Esta asociación incide particularmente en todo lo relacionado con la seguridad vial y los accidentes de tráfico, a nivel de prevención, y de cómo actuar ante uno de ellos. Diego Guerrero, presidente de DYA Zaragoza, comentó que una noción básica «reduce dramáticamente las tasas de mortalidad, puesto que cuando llegan los primeros equipos de emergencia ya se ha comenzado a actuar». También ellos, para concienciar sobre este tema, dan continuas charlas en colegios e institutos de la capital aragonesa y este año suman ya un registro de 18 centros en total.

Por otro, el pasado mes de abril el Consejo de Gobierno dio luz verde a un convenio entre el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y el 061 para establecer un programa de formación a agentes sociales. El objetivo es ofrecer cursos de soporte vital básico, primeros auxilios y uso de desfibriladores. Fuentes del instituto señalaron que las clases empezarán en septiembre y que «varias empresas» ya han solicitado que esta formación en sus entornos.

Trabajadores del 061 serán quienes impartan los cursos y elaboren el formato de actividad, mientras que el IACS es el responsable de gestionar las solicitudes y pedir el personal docente acreditado.