La Guardia Civil ha denunciado al conductor de una furgoneta que transportaba canales de carne fresca de cerdo destinada al consumo humano sin cumplir las debidas condiciones sanitarias y de salubridad.

Los hechos ocurrieron el pasado 5 de mayo, cuando agentes pertenecientes al Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Aragón se encontraban en la autovía A-23, en las inmediaciones de la ciudad de Huesca, realizando un control de identificación de vehículos y personas con motivo de la verificación del cumplimiento de las restricciones establecidas en el actual estado de alarma por la pandemia del coronavirus.

La Benemérita ha explicado en una nota de prensa que durante la inspección de una furgoneta, ocupada por una persona, los agentes hallaron canales de carne fresca de cerdo, que eran transportados sin las debidas garantías sanitarias y de salubridad que deben regir este tipo de transportes, del mismo modo que no disponía de una regulación de temperatura al no tratarse de un vehículo adaptado para transportar mercancías perecederas.

Ante esta irregularidad, los agentes requirieron la presencia de un inspector del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón para evaluar y determinar la aptitud de la mercancía destinada al consumo humano.

El conductor trasladaba esta mercancía desde Barcelona hasta Navarra, donde tenía previsto ponerla a la venta al público para su introducción en la cadena alimentaria.

Una vez verificada la carne por el inspector de Sanidad, se decretó que ésta no era apta para consumo humano al no cumplir las garantías sanitarias relativas a la higiene de productos alimentarios, por lo que se ordenó su destrucción. Además, el conductor fue denunciado por una infracción al transporte de mercancías perecederas destinadas al consumo humano.