Salud pública descartó ayer que el viento haya podido influir en la expansión del brote de legionela, a raíz de los datos facilitados por el Instituto Nacional de Metereología al Gobierno de Aragón. La dirección del viento en esos días desde finales de mayo al 15 de junio fue de Norte a Oeste, de escasa intensidad, por lo que al parecer no influyó en la expansión de aerosoles, reduciendo a 250 metros el área de influencia de las microgotas cuando caían desde las torres, según explicó la DGA.