La presencia del mosquito tigre en Aragón se detectó en el 2015, cuando se halló en Huesca capital y en Monzón, y desde entonces se ha extendido a más zonas del territorio. Este año, el plan de vigilancia de este vector (puesto en marcha en el 2016) se amplía a cuatro municipios más: Alcolea de Cinca, Tamarite de Litera, Calanda y Valderrobres, donde se iniciarán las acciones para colocar ovitrampas con el fin de controlar su presencia.

De este modo, la campaña llegará ya a 24 localidades de la comunidad que, desde el 1 de agosto y hasta el 30 octubre, vigilarán la presencia del aedes albopictus, nombre técnico del insecto. En ellas se pondrán trampas que son útiles para seguimientos semanales y a largo plazo, así como también para detectar colonizaciones nuevas. Se trata de cubiletes de plástico oscuro, de entre 200 y 1.500 mililitros, llenos de agua hasta cierto nivel. En su interior tienen un listón de madera donde las hembras acuden a poner sus huevos. Una vez ubicadas las ovitrampas, siempre en colaboración con los ayuntamientos de las localidades, las tablillas se analizan en la Facultad de Veterinaria (que participa en el programa de vigilancia del Gobierno de Aragón), donde se estudia la posible presencia de huevos y su desarrollo.

CAMBIOS

El mosquito tigre puede actuar como vector transmisor de enfermedades producidas por virus como los del dengue, chikungunya y zika.

Según informó ayer Salud Pública, durante esta campaña se modifican algunos de los emplazamientos que se escogieron el pasado año y se mantienen otros. Así, en la provincia de Huesca se mantiene el plan de vigilancia en Ainsa, Alquézar, Ayerbe, Benasque, Binaced, Jaca y Sallent de Gallego; en Teruel se desarrollará en Albarracín, Bronchales, Mirambel y Teruel capital; y en Zaragoza en Alhama de Aragón, Calatayud, Cuarte de Huerva, Daroca, Ejea de los Caballeros, el Monasterio de Piedra, Nuez de Ebro, Pinseque y Utebo.

El año pasado, el insecto fue detectado en siete localidades: Huesca, Mirambel, Beceite, Mora de Rubielos, Calatayud, Cuarte de Huerva y Nuez de Ebro. La Dirección General de Salud Pública de la DGA ha mantenido ya encuentros con los ayuntamientos de los municipios que tuvieron positivos en las campañas de 2016, 2017 y 2018 para informarles de las posibles medidas que pueden adoptar en el control de esta especie invasora.

La presencia del mosquito tigre en España está documentada desde el 2004. Este se reproduce en cualquier lugar que pueda contener pequeñas cantidades de agua estancada durante unos días, preferiblemente en recipientes oscuros, por lo que «todos los ciudadanos pueden contribuir a eliminar los puntos de riesgo posible, es decir, el agua estancada», recomendaron ayer desde el Ejecutivo autonómico.