Por fin la sede del Consejo Regulador de la DOP Somontano dispone ya de su espacio hostelero. Ha sido un largo camino en el que se han entreverado los habituales retrasos en las reformas, los papeleos y demás historias. Pero desde finales de julio, Javier Matinero en la cocina, y Natalia Gracia, en la sala, ya trabajan en su nuevo proyecto, obviamente muy vinculado al vino, pero también a los productos de calidad de la redolada, que son muchos y variados.

Pues el respeto al producto local y de cercanía, siempre en temporada, es la marca de la casa. Secundario resulta el uso de la técnica, moderna o tradicional, propia o ajena, siempre que realce el sabor del ingrediente principal. De ahí que convivan sin mayores problemas en su carta platos radicalmente tradicionales, amén de premiados, como su canelón de rabo de buey, junto a otros más evolucionados, como el Jugo de tomate rosa de Barbastro, Los Meleses y contrastes.

LA CAZA, EJE CULINARIO

Además, la incorporación al equipo del monegrino Alejandro Casado como segundo dará grandes alegrías a los amantes de la caza, pues como buen cazador es especialista en dicha disciplina. Como prueba, lo que ofreció en la comida inaugural, Becacina en dos pases: Tartar, cerezas y nabos; Arroz, setas y queso Val del Cinca; Sabor extremo, contrastes, texturas, perfecto punto del arroz...

Junto a la caza, que será pues uno de los nuevos ejes culinarios, Trasiego ofrece otros platos ya testados y muy eficaces. Como el Huevo, pulpo y cebolla DOP Fuentes de Ebro o el Lomo de bacalao en guiso de morros y piparras. En los postres gusta de introducir elementos aparentemente ajenos, pero que se integran perfectamente, lo que demuestran su Pomelo y jengibre, o la Pera, chocolate y Hierba luisa.

La decoración del local, muy cuidada, se enmarca entre unas paredes conformadas por decenas de duelas de barricas, mesas amplias, bien dispuestas y separadas, lo que siempre se agradece. Luminoso, la sala dispone de un estupendo servicio, profesional, que se ha preocupado por conocer a fondo los vinos de la DOP Somontano, que obviamente protagonizan la carta, además de aparecer en bastantes de los platos de la carta.

Además de la carta, la casa ofrece un menú diario, por 17,50 euros, y también el de selección de la carta, con dos entrantes, pescado, carne y postre, por 30 euros, que permite descubrir la finura de la cocina.

El proyecto no se limita al restaurante, ya que cuenta con otro espacio, la llamada Trastienda, una zona polivalente que combina las funciones de bar convencional, comedor informal, tienda de vinos y de otros productos del Somontano y la provincia de Huesca.

Circular, también muy bien decorada -por Vicente García Plana, igual que el restaurante, la Trastienda está diseñada para funcionar como bar de tapas, aprovechando su larga experiencia en esta disciplina. Pero también se servirán menús y diferentes platillos para una comida o cena más o menos informal, en mesas altas y otras bajas.

La tienda recoge, naturalmente, el amplio muestrario de los vinos del Somontano, pero también un abanico de productos de la comarca, y también de la provincia, que ejemplifican lo diverso de la despensa oscense. Aceites, incluso ecológicos, quesos, embutidos diversos -Graus no está tan lejos-, que irán ampliándose según pase el tiempo.

Un proyecto que completa y da sentido a la sede de la denominación, parada obligada en la visita a la zona y que será, sin duda, uno de los mejores embajadores del Somontano. Aproveche estos días para descubrirlo.