Tres mujeres aragonesas perdieron la vida a manos de sus compañeros y otra sufrió lesiones graves durante el año 2003 en Aragón, frente a las dos mujeres asesinadas y las siete lesionadas el año anterior, según datos de la Asociación Punto de Encuentro Familiar de Aragón (AFEPA).

Las cifras de la violencia doméstica o sexista colocan a Aragón en el puesto número nueve en el ránking de comunidades autónomas, por delante de Euskadi y La Rioja, pero a gran distancia de Andalucía, donde 15 mujeres y 4 hombres murieron en 2003 como consecuencia de agresiones de sus cónyuges o compañeros, según la misma organización. En Cataluña, que ocupa el segundo puesto, la proporción fue de 8 mujeres muertas y un solo varón.

Durante el 2003, 836 mujeres denunciaron a sus parejas masculinas por malos tratos y se contabilizaron 205 denuncias interpuestas por varones por el mismo motivo. En el 2002, el número de denuncias femeninas fue de 799, mientras que las masculinas se elevaron a 189.

"Las cifras de violencia sexista en Aragón son preocupantes --reconoce Antonio Peñalver, de AFEPA--, pero aun así el índice de conflictividad es inferior a la media estatal".

AFEPA, que regenta un piso en la capital aragonesa en el que los padres privados de la guardia y custodia pueden ir a ver y recoger a sus hijos, sostiene que los malos tratos en el seno de la pareja "se reducirían notablemente si se aplicaran programas globales y consensuados que tengan como ejes básicos la prevención y la intervención familiar", en palabras de Peñalver.

La Asociación Punto de Encuentro Familiar de Aragón (AFEPA) aboga por la adopción de medidas en tres frentes: el legislativo, el asistencial y el preventivo. "Es necesario un plan de protección de la mujer maltratada", afirma Peñalver. En su opinión, "tomar medidas que terminan calificando a todo hombre como posible maltratador es promover más violencia y discriminarlo".

Las medidas preventivas giran sobre una "atención integral y pluridisciplinar" a las familias en crisis, el impulso de los puntos de encuentro familiares y la aplicación de programas de sensibilización social contra la violencia sexista. "La mediación familiar es fundamental para evitar que los conflictos se agudicen", mantiene el responsable de AFEPA.

La asociación, que pertenece a una federación extendida por toda España, asegura que sus propuestas llevan funcionando seis años en el País Vasco, donde el pasado año no se registró ninguna víctima mortal por violencia doméstica.

"Cuando se tiene constancia de una situación de maltrato se trata a todas las partes y hay una labor y unas actuaciones coordinadas de los profesionales con el juzgado", declara Justo Sáez, procedente del Punto de Encuentro del País Vasco. "De esta forma --asegura--, el maltratador está más controlado".

"Pero para llevar nuestros planes a la práctica --opina Peñalver--, es preciso que las instituciones aragonesas apoyen económicamente a organizaciones sin ánimo de lucro y de carácter social que están trabajando en la erradicación de la lacra que representan los malos tratos".

Desde su punto de vista, "las medidas adoptadas en la actualidad son básicamente de carácter penal y están resultando insuficientes, ya que, como se ve a diario desgraciadamente, no protegen debidamente a la víctima y pueden incluso atizar los conflictos existentes".