La violencia de género en Aragón no solo no está en vías de solución, sino que va a peor. Las 875 víctimas computadas a lo largo del año pasado, así como los 874 denunciados y los 1.048 delitos que les atribuyeron constituyen los peores datos en un lustro, tras cuatro ejercicios en los que el problema parecía haberse estancado. Solo el 2011 se acerca a los nefastos datos del año pasado, y aun así hubo 25 víctimas y 30 agresores menos.

Según el balance que anualmente realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE), el problema de la violencia machista en Aragón tampoco va a mejor entre los menores de edad. Entre las 875 víctimas del año pasado, 18 tenían menos de 18 años, lo que supone el peor registro de los últimos años, solo superado por los 22 del 2014. La franja de edad más afectada de entre las que computa el INE sigue siendo la de las mujeres entre los 25 y los 44 años: en el 2016, fueron 555 víctimas.

Con la cifra de denunciados superando igualmente cualquier registro anterior, con 874, los delitos que se les atribuyen son, lógicamente, también los más abundantes. Fueron 1.048, de entre los que destacan tres de homicidio, 504 de lesiones, 246 contra la integridad moral, 199 de amenazas y tres delitos sexuales. Solo estos dos últimos tipos delictivos han tenido registros superiores en los últimos años.

Lo que no tiene parangón son los delitos imputados de quebrantamiento de condena, que fueron 50. Algo que puede tener su lectura lógica, dado que derivan de saltarse la orden de alejamiento y cada vez hay más condenados que las tienen; e incluso su lectura positiva, dado que las fuerzas policiales, sea por aviso de la víctima o por vigilancia propia, las detectan antes de que puedan llegar a cometer otros delitos más graves.

Lo que no permite conocer esta estadística del INE es la evolución de las condenas derivadas de estos casos, ya que antes del 2015 no se incluían en este registro. En los dos años reflejados, el porcentaje de condenados se ha incrementado, pero las cifras van en consonancia con el aumento de los imputados. Así, en el 2015 hubo 507 penados por delitos relacionados con la violencia de género y 108 absueltos, que aumentaron a los 651 y 142, respectivamente, del año pasado.

Lo que queda claro con estos registros es que el problema de la violencia de género no se resuelve, y que la insistencia de la Administración y los operadores judiciales en que hay que seguir aportando medios para combatirla no es infundada. Otra cosa es que se dé con algún medio a corto plazo para ponerle coto, mientras la concienciación social va dando frutos para el futuro.