La violencia de género, lejos de remitir, empeoró a lo largo del año pasado en Aragón, al menos en lo que a los datos judiciales se refiere. Los juzgados aragoneses tramitaron denuncias efectuadas por 3.812 mujeres, 848 más que el año anterior, un aumento del 28%. Las víctimas interpusieron 3.860 denuncias por ello, lo que supone un 22% más que en el 2016. O dicho de otra manera, más de diez denuncias al día en la comunidad.

Así lo revelan los datos del Observatorio de la Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial, que ayer publicó el balance del 2017. Unas cifras no muy halagüeñas en casi ningún aspecto, salvo quizá en las condenas. Un 81% de quienes fueron juzgados acabaron condenados, 345 de 425. El año anterior, la proporción fue del 77%.

Sin embargo, teniendo en cuenta la totalidad de los procesos iniciados, la cifra tiende más bien al contrario. De los 2.501 casos que tuvieron su terminación a lo largo del 2017 (la cifra no coincide por que pueden venir de años anteriores), más de la mitad, el 55%, acabaron con el procesado libre de cargos, bien fuera por sentencia absolutoria (79) casos), sobreseimiento libre (que supone el cierre del caso, lo que ocurrió en 175 ocasiones) o sobreseimiento provisional. Este implica que se puede reabrir la causa si hay nuevas pruebas, pero en principio deja la causa aparcada, como sucedió 1.127 veces.

Otros datos, detallados por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), detallan que 2.310 de las víctimas fueron españolas y 1.502, extranjeras. A pesar de estas cifras, el incremento mayor en número de víctimas (un 34,2%) se produjo entre las segundas. En cuanto a quién interpuso la denuncia, el mayor número sigue correspondiendo a familiares o terceras personas, aunque es de destacar el crecimiento de un 21,2% respecto al 2016 en las que interpusieron las propias víctimas.

En cuanto a órdenes y medidas de protección, se incoaron 785, se inadmitieron 15, se denegaron 140 y se adoptaron 630, el 80% de las que se solicitaron.

Las estadísticas dan buena cuenta de que, pese a la concienciación social, el problema está lejos de resolverse. Como muestra, la Policía Local de Zaragoza informó ayer del arresto de un hombre de 35 años, M. A., quien golpeó a su pareja y la tiró al suelo en la avenida José Atarés del Actur, en presencia de su hijo menor, a las 14.00 horas.