La comunidad aragonesa será el destino elegido por un número importante de aragoneses y de españoles de otras regiones estas vacaciones de Semana Santa. "El turismo de interior está en alza", afirma Benito Ros, director general de Turismo del Gobierno de Aragón.

Este fenómeno, que se acentúa de año en año, explica que durante las dos primeras semanas de abril se vayan a quedar pequeñas las 72.100 plazas ofertadas por los 1.703 establecimientos con alojamientos de pago existentes en las tres provincias. "Estará todo lleno al 100%", subraya Ros, quien subraya que "Aragón se ha convertido en un destino en continuo ascenso frente a un litoral saturado".

La mayor afluencia de visitantes se producirá en el Pirineo y en las comarcas turolenses de Albarracín, Gúdar-Javalambre y el Bajo Aragón, donde la Ruta del Tambor y del Bombo congregará a miles de personas. Además, las recientes nevadas, que han dejado espesores de nieve por encima de los dos metros en el Pirineo y en torno a 1,50 metros en Valdelinares y Javalambre, aseguran que las estaciones de esquí despedirán la temporada con un nuevo récord de usuarios. "Hay mucha nieve y de buena calidad", indican fuentes de Aramón, que agrupa a las estaciones de Cerler, Formigal, Panticosa, en Huesca, más las dos de Teruel.

"El turismo representa ya el 7,7% del producto interior bruto aragonés y da empleo de forma directa a 33.000 personas", explica Benito Ros. "El objetivo de la Administración autonómica es potenciar este recurso porque entendemos que es una herramienta ideal para dinamizar la economía de todo el territorio aragonés".

"Las treinta y tres comarcas aragonesas --señala el director general de Turismo-- poseen un gran potencial turístico, unas en mayor medida que otras, y de lo que se trata ahora es de promocionarlas conjuntamente bajo el sello o la denominación de Aragón, tanto en el resto de España como en Europa".

Dentro de las acciones emprendidas por el Gobierno de Aragón para fomentar el turismo de interior figura la creación de una red de hospederías que ya cuenta con siete establecimientos y que se irá ampliando a un total de diez en un plazo de dos o tres años. "Ahora mismo --comenta Ros-- están en obras las hospederías de Illueca, de San Juan de la Peña y de Allepuz, y en un futuro más lejano abrirá sus puertas otra más en el castillo de Mora de Rubielos".

"Con las hospederías alcanzamos un doble objetivo", mantiene el responsable autonómico. "Por un lado, contribuimos a estimular económicamente un área concreta, y por otro, realizamos una labor imprescindible de recuperación del patrimonio arquitectónico de la región, pues las hostelerías siempre se abren en edificios singulares que presentan graves problemas de mantenimiento".

"De lo que se trata es de que las inversiones públicas abran el paso a la iniciativa privada", afirma Benito Ros, que destaca "el efecto multiplicador que está teniendo en Teruel el parque temático de Dinópolis".

La promoción del turismo de interior entre los propios aragoneses es todavía una asignatura pendiente de la Administración autonómica, pues la asistencia como Fitur o la organización de viajes de especialistas para que conozcan la región son estrategias destinadas a captar visitantes del resto de España y de otros países.