Los viticultores aragoneses se encuentran inmersos en plena vendimia. Las Denominaciones de Origen de Somontano, Cariñena y Borja comenzaron en el mes de agosto, mientras que la de Calatayud lo hizo la semana pasada.

Entre las cuatro, se prevé recoger alrededor de 140 millones de kilos de uva en una campaña atípica, que aunque está marcada por la pandemia de covid-19, no se ve afectada en la recolección.

La única que pronostica un descenso de producción es la Denominación de Origen de Somontano. Según explica Óscar Torres, director de certificación del consejo regulador, este año la previsión de kilos de uva es de 15 millones. «El año pasado fue muy bueno, con 21 millones, mientras que la media histórica está en unos 18. Comparado con el histórico es un 16% de reducción» detalla. Esto se debe a las heladas primaverales, al pedrisco en gran medida y a las condiciones de pluviometría.

La denominación tiene 15 variedades de uva y arrancó con chardonnay y merlot, actualmente recoge las autóctonas y tiene previsto terminar a principios de octubre. Para Torres la clave es el trabajo de campo, «los viticultores han tenido que esforzarse para que las uvas llegaran en unas buenas condiciones», explica. El 90% de la recogida se hace de forma mecanizada, aunque hay pequeñas partidas de forma manual. Muchas veces se encargan los propios trabajadores de la bodega y en algunas ocasiones mano de obra familiar, mientras que el movimiento de temporeros es prácticamente nulo.

Buena en cantidad y calidad / La Denominación de Origen de Cariñena prevé que la vendimia de este año sea buena en cantidad y calidad. Un otoño suave con precipitaciones, un invierno frío y de nieves abundantes y una primavera de muchas lluvias ayudaron a la floración de la cepa. La cosecha se prolongará hasta finales de octubre, y según las primeras estimaciones, podrían recogerse unos 80 millones de kilos de uva, en la media de los últimos 10 años.

La evolución de la climatología ha ayudado al buen desarrollo de la uva, que se recoge en unas 14.000 hectáreas, de las que el 75% se vendimian a máquina, ya que en los últimos años se han fomentado los cultivos en espaldera dentro de la D.O.P., permitiendo una recogida fácil y rápida. De hecho, los viticultores ya han recogido más de la mitad de la cosecha.

La pandemia ha provocado que el sector adoptara normas de seguridad y medidas de prevención. «No hemos notado ningún cambio desde el confinamiento hasta ahora, todas las normativas se han seguido aplicando con normalidad y en la vendimia no ha afectado porque la mayor parte se cosecha a máquina y no necesita mano de obra, y el resto que se vendimia a mano se recoge con personal que trabaja todo el año y está acostumbrado a la normativa», comenta el presidente, Ignacio Casamitjana.

Donde sí ha aumentado la producción es en el Campo de Borja. La previsión ronda los 28 y 30 millones de kilos, un incremento considerable teniendo en cuenta que el año pasado fue corta, de 19 millones debido a la sequía. En esta ocasión ha ayudado que este año haya sido generoso en precipitaciones. «Los primeros mostos que han terminado de fermentar en vino blanco tienen un potencial aromático bastante alto, es probable que sea una muy buena añada, que contrarrestare el mal sabor de boca de la pandemia», indica José Ignacio Gracia, secretario del consejo regulador. Ya han vendimiado toda la uva blanca y ahora están de lleno en las tintas, durante todo el mes de octubre.

Según explica Gracia, la pandemia creó cierta incertidumbre durante los meses de confinamiento, pero se pudo trabajar en el campo. «Las familias se organizan y las empresas que necesitan la contratación de temporeros procuran llevar la misma cuadrilla todo el ciclo. Tenemos bastante gradiente de altitud, entonces no toda la vendimia viene en la misma semana como pasa en Burdeos, va escalonada y no necesitamos un gran número de temporeros», apunta.

Una climatología amable / La uva de Calatayud está muy sana. El presidente de la Denoninacion de Origen, Miguel Ángel Arenas, señala que la previsión es aumentar en torno al 15 y 20% las cifras del año pasado, con unos 12,5 millones de kilos, gracias a que «la climatología ha sido más amable que la de los años anteriores». En su caso, el proceso de recogida está mecanizado en un 40%. Arenas asegura que es una vendimia atípica, «porque estamos dentro de una pandemia mundial, pero la actividad como tal no se ha visto alterada», dice.

Claves de las cuatro denominaciones

  • Denominación de Origen Campo de Borja

La previsión de la campaña en el Campo de Borja ronda los 28 y 30 millones de kilos de uva. Es un aumento considerable, teniendo en cuenta que el año pasado fue corta, de 19 millones debido a la sequía. La cosecha arrancó a mitad del mes de agosto y ya han vendimiado toda la uva blanca, cuyas variedades son por ejemplo moscatel, chardonnay y macabeo, entre otras. Actualmente están de lleno en las tintas y se alargarán durante todo el mes de octubre.

  • Denominación de Origen Protegida Calatayud

La denominación zaragozana espera aumentar en torno al 15 o 20% las cifras del año pasado, y producir 12,5 millones de kilos aproximadamente. Es la más temprana e inició la semana pasada la vendimia. En su caso, cuenta con 3.300 hectáreas y un total de 15 bodegas. El 40% de su recolección está mecanizada. La superficie de la DO coincide con la de la comarca de Calatayud, tan grande como la provincia de Vizcaya.

  • Denominación de Origen Protegida Cariñena

Cariñena prevé que la vendimia de este año sea buena, tanto en cantidad como en calidad. La cosecha arrancó a finales de agosto y se prolongará hasta finales de octubre. Podrían recogerse unos 80 millones de kilos de uva, en la media de los últimos 10 años. La Denominación abarca una superficie total de 14.183,25 hectáreas, repartidas por 14 municipios. Cuentan con 34 bodegas y 1400 viticultores.

  • Denominación de Origen Protegida Somontano

La Denominación Somontano es la más tempranera. Comenzaron con la vendimia el pasado 11 de agosto y prevén terminar a principios del mes de octubre. Su extensión total es de 3.900 hectáreas, con 15 variedades de uva, como cabernet sauvignon, merlot, syrah, tempranillo y garnacha tinta. Sus 30 bodegas vendieron 15.750.000 botellas en el 2019. De su producción, se exporta un 20%.