El ladrón detenido actuaba "de un modo burdo y descuidado", según lo describió la Policía, y llegaba incluso a encender las luces de las casas para ver mejor, lo que provocó que fuera sorprendido en varias ocasiones por los moradores, con el consiguiente susto. A uno de ellos, cuando le pilló in fraganti, llegó a tenderle la mano y a saludarle con un "hola" antes de salir corriendo. Como norma general, huía rápidamente sin enfrentarse con las víctimas cuando le sorprendían en la casa. Pese a este aparente descuido, el detenido sí se ponía siempre guantes para no dejar huellas que permitieran identificarle, por si no llegaba a ser capturado.El hombre tiene orden de expulsión de España por delitos anteriores, aunque esta queda ahora pendiente del resultado de un futuro juicio, si se llega a celebrar. La última banda de cierta entidad juzgada en Zaragoza por asalto de viviendas, compuesta por seis georgianos, terminó de hecho con esta condena. Cuatro de sus miembros fueron expulsados, contra el criterio de la Fiscalía, que pedía su condena por banda organizada.