La actividad notarial ligada a la firma de préstamos hipotecarios no es de «absoluta normalidad», aseguró ayer a este diario Dámaso Cruz Gimeno, decano del Colegio de Notarios de Aragón, del que forman parte 99 profesionales. «Vivimos una situación incómoda e inédita», relató. La incertidumbre jurídica generada por el Tribunal Supremo en relación a quién debe hacerse cargo del pago -el banco o el deudor- del impuesto sobre los actos jurídicos documentados (AJD), el principal gasto de este tipo de créditos, está afectando a este colectivo y también a los clientes bancarios, «que lógicamente están inquietos», apuntó.

A pesar del lío, este notario oscense subrayó que las operaciones hipotecarias que tenían ya una fecha cerrada se han seguido llevando a cabo sin sobresaltos. «Los compromisos de los bancos con los prestatarios se están cumpliendo, respetando las ofertas vinculantes dadas», apuntó. Cruz consideró asimismo que todavía es prematuro hacer un balance del impacto de la última sentencia del Supremo sobre el AJD, que apuntaba a una nueva jurisprudencia en esta materia, y la posterior intervención del presidente del Alto Tribunal, Carlos Lesmes, que suspendió los efectos del cambio de criterio sobre el pago de este impuesto.

Si la clarificación de este asunto se dilatara, Cruz auguró que podría producirse un freno en la firma de hipotecas, pero por el momento «no se ha frenado». Recordó, no obstante, que el plazo para liquidar el AJD es de 30 días. «Espero que tengamos certidumbre antes de que finalice el periodo de liquidación del impuesto», señaló. Por lo pronto, los notarios están explicando a los clientes bancarios que firman hipotecas estos días sobre el contenido de la sentencia y la posterior paralización de sus efectos, cumpliendo así con el deber de información que recoge el artículo 147 del reglamento notarial. También en las escrituras de las operaciones se hace una mención expresa a esta situación.

A la espera de que el Supremo aclare este limbo jurídico, los bancos mantienen un perfil bajo en la comercialización de hipotecas o directamente han suspendido la actividad relacionada con este producto financiero, como es el caso de Ibercaja, cuya información on line sobre préstamos ha sido retirada. El banco aragonés sí ha seguido con la firma de hipotecas ya concertadas, al igual que Caixabank y Bantierra. La mayoría de entidades (Santander, Bankia, BBVA o Sabadell) también han borrado de internet su oferta comercial.