Se había producido tal alboroto con los jardineros de FCC en la parte central del pleno del Ayuntamiento de Zaragoza de ayer que cuando llegó el guirigay último sonó a menos, aunque hubo abucheos, palabras altas, protestas y muchas dudas. Las tuvo el secretario, que hizo un recuento primero de 15 votos en contra y 14 a favor en la moción presentada por el PSOE para pedir responsabilidades por la aparición en la web del Teatro Principal de la presentación del libro Manual para defenderte de una feminazi, de Cristina Seguí, y la destitución del gerente del Patronato de Artes Escénicas, Chema Turmo.

Fue primero 15-14, y después, tras las dudas porque unos decían que habían levantado la mano los dos concejales de Vox, los otros que había sido un error... Al final, 14 a favor y 13 en contra, con las dos abstenciones de la ultraderecha. «Lo que diga el secretario será», intervino el alcalde, que aún dio un último turno antes de que el secretario inclinase el marcador hacia al izquierda. «Hay que recuperar ese viejo proyecto de apretar el botoncito», concluyó Jorge Azcón.

Durante la moción, la vicealcaldesa Sara Fernández reconoció que hubo un procedimiento que no funcionó y que se tiene que cambiar «para que no se utilicen equipamientos de forma partidista» y pidió «disculpas» si alguien se sintió ofendido. «Se subió toda la programación a la web sin autorizar y ese fue el error. No se me caen los anillos por admitirlo», explicó la concejala de Ciudadanos cuando acababa una moción en la que Amparo Bella, de Podemos, llamó «facha y pasado de rosca» a Julio Calvo, de Vox, que consideró «terapéutico» que exista un manual para defenderse de las que denominó como feministas «pasadas de rosca».

La izquierda insiste en criticar el término «intrafamiliar»

Tras los duros cruces de acusaciones en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza del pasado jueves en el que Vox consiguió incorporar el concepto «violencia intrafamiliar», ayer se aprobó una moción para mantener la denominación de «violencia de género» en las partidas presupuestarias y en sus líneas de actuación. La iniciativa del PSOE contó con el respaldo expreso de PP, Cs, ZeC y Podemos-Equo; y la abstención de Vox.

El PSOE quiere «devolverles la voz a todas las mujeres que son vulneradas y vejadas», dijo Rosa Cihuelo, a la que contestó Carmen Rouco argumentando que Vox quiere devolverle la voz «a todas las mujeres y no solo a las que el PSOE quiere».

Luisa Broto, de ZeC, aseguró que el término «intrafamiliar» es un concepto «que suma, pero que no es necesario» porque «solo sirve para confundir las cifras»; y Amparo Bella, de Podemos, afirmó que «si la violencia es intrafamiliar, no es de género porque no se reconoce el origen de la violencia machista».