Diálogo. Con esa idea comenzó a trabajar ayer el Gobierno de Zaragoza PP-Cs que, tras el revuelo surgido en Madrid al publicarse el compromiso escrito de los conservadores a facilitar la entrada a Vox con alguna concejalía o cargo directivo de ese mismo Gobierno, ya tiene sobre la mesa un nuevo pulso de la ultraderecha. Esta vez a su socio, la formación naranja, por el nombramiento de los coordinadores generales de área que quedan pendientes de formalizar. Ayer se hacían oficiales los siete que sí podían aprobar por ser funcionarios de alto rango, pero uno de los dos que dependerán de la aprobación del pleno, el de Javier Puy para el área de Economía, Innovación y Empleo, propuesto por Cs, no está garantizado. No al menos si se cuenta con el voto de Vox, que amenaza con no apoyarlo e «invita a negociar» a quienes «han jugado a estigmatizarnos» y «a aplicar un cordón sanitario».

Así lo explicó ayer Julio Calvo, en declaraciones a este diario, en lo que supone el primer órdago directo a la formación naranja, que respondía asegurando que «se hablará de esto con Vox y con todos los grupos municipales». Llama la atención que ese nombramiento de Javier Puy suponga un problema y no lo sea el del exconcejal conservador Pedro Navarro, en idénticas circunstancias, para su puesto en Alcaldía. Para formalizar el de ambos se necesita el apoyo mayoritario del pleno a la excepcionalidad que supone alcanzar ese cargo sin ser funcionario. La normativa obliga a votarla y también a que las personas tengan una formación académica de nivel superior, exigencia que en ambos casos se cumple.

SIETE NOMBRAMIENTOS

«En el caso de Pedro Navarro no tenemos ningún problema en apoyarlo. La relación con el PP desde el principio ha sido buena y no nos aplican cordones sanitarios como hace Cs, que son el verdadero problema», explicó Calvo, que invita a Sara Fernández a sentarse «a negociar» cuando lo desee, de ese nombramiento y de otras cosas. No solo dialogar, ni una reunión de diez minutos como la que protagonizaron ambos partidos horas antes de la investidura de Jorge Azcón.

Al menos los otros siete coordinadores generales de área ya fueron nombrados ayer en el Gobierno: Teresa Ibarz, en Vicealcaldía, Cultura y Proyección Exterior; Pilar Tintoré, en Presidencia, Hacienda e Interior; Miguel Ángel Abadía, en Urbanismo y Equipamientos; Gerardo Lahuerta Barbero, en Infraestructuras, Vivienda y Medio Ambiente; Luis García Mercadal, en Servicios Públicos y Movilidad; Julián Illana Rodríguez, en Acción Social y Familia; y César de la Parte Serna, en Participación Ciudadana.

Pero mientras Vox y Cs preparan un envite que deberá resolverse en las próximas dos semanas -o a partir de hoy, en la primera junta de portavoces-, el PP sigue desmarcándose del contundente mensaje de Sara Fernández al asegurar que Vox no estará en el Gobierno nunca. En la primera comparecencia pública de la portavoz del mismo, la conservadora María Navarro, y un día después de publicarse el acuerdo escrito en Madrid con la ultraderecha, siguió con ambigüedad: «No me atrevería a decir algo tan tajante», respondió a la pregunta de si su partido también lo descarta tras aprobar una estructura pormenorizada que es, para Cs, una puerta cerrada.

El futuro es incierto y el presente se ennegrece. El presidente de Vox en Aragón, Santiago Morón, confirmó que da por roto el acuerdo con el PP en Zaragoza y que harán oposición, pero recordó que la situación no es irreversible y que Azcón sigue sin responder a la carta de Julio Calvo. María Navarro negó que esa misiva exista y descartó que esta polémica desestabilice al Gobierno o derive en un bloqueo de Vox.