Javier Ortega, secretario general de Vox, licenciado en derecho y exmilitar (del cuerpo de élite de operaciones especiales, los GOES), visitó la sede del partido de ultraderecha en Zaragoza. Como colofón a su intervención, reclamó a los asistentes un brindis por España, recitando un poema de Diego Hernando de Acuña, capitán de los tercios de España. El político, allí donde va, cierra siempre sus discursos con la misma referencia literaria y patriótica.
Aquí el poema:
“No os preguntarán por mi,
que en estos tiempos a nadie
le da lustre haber nacido
segundón en casa grande;
pero si pregunta alguno,
bueno será contestarle
que, español, a toda vena
amé, reñí, di mi sangre,
pensé poco, recé mucho,
jugué bien, perdí bastante
y, porque esa empresa loca
que nunca debió tentarme,
que, perdiendo ofende a todos,
que, triunfando alcanza a nadie,
no quise salir del mundo
sin poner mi pica en Flandes”.
“¡Por España!
y el que quiera defenderla
honrado muera;
y el que traidor la abandone
no encuentre quien le perdone,
ni en Tierra Santa cobijo,
ni una Cruz en sus despojos,
ni la mano de un buen hijo
para cerrarle los ojos”.