Lo que comenzó como un sueño, se ha convertido en una "auténtica pesadilla". Así resume Ancy Buaty sus últimos tres años. En 2006, esta congoleña de 39 años, decidió comprar una vivienda situada en la calle Pedro Cubero, en el zaragozano barrio de Las Fuentes. Por ella se hipotecó con más de 155.000 euros a pagar en 30 años. Ancy, con dos hijos de 8 y 12 años a su cargo, trabajó pintando pisos y como ayudante de cocina. Tres años después perdió su empleo y en ese momento todavía no era consciente de lo que le venía encima. A finales de 2009 ya no podía hacer frente a la hipoteca de su casa: 800 euros mensuales. La pérdida de su trabajo, y lo poco que obtenía con la prestación por desempleo, no eran suficientes para cumplir con los pagos.

Pronto su entidad bancaria, BBK-Kutxabank, se puso en contacto con ella para reclamarle los impagos. Pero poco podía hacer Ancy Buaty, ya que, según relata, estaba "económicamente asfixiada". La entidad bancaria le rebajó el alquiler de 900 a 600 euros, pero aún así, era una cantidad "imposible de pagar". Tras la negativas de la inquilina, la entidad inició un procedimiento judicial de desahucio contra ella. La congoleña, desorientada, acudió a la asociación de vecinos de Las Fuentes, donde su directora le proporcionó más información y le guió en el procedimiento a seguir para estos casos. Según afirma , le fue imposible acceder a la justicia gratuita. Sin abogado de oficio, Buaty intenta afrontar la situación con entereza.

Tras intentar cancelar la deuda por su hipoteca, incluso intentando llevar a cabo una dación de pago, apenas le quedaban opciones para "salvarse" de lo que seguramente, sería un final complicado. Es entonces cuando contacta con la plataforma Stop Desahucios. Ahí, intentan frenar la subasta de su piso de las Fuentes. Poco se puede hacer. Las negociaciones con la entidad bancaria son "imposibles". Afirma Ancy Buaty que los intentos por llegar a un acuerdo con los asesores jurídicos de la entidad son "infructuosos". Incluso, la inquilina intenta convertir su hogar, su todavía casa, en una vivienda de alquiler social. A día de hoy, Ancy Buaty se ve "plenamente capaz" de pagar algo más de 300 euros al mes por su vivienda, es decir, un precio social. Esta opción tampoco resulta factible para el banco, quien opta por continuar con el proceso judicial abierto. El pasado mes de septiembre, la inquilina recibió una notificación del Juzgado de Primera Instancia 1 de Zaragoza, en el que se le comunica que el 8 de noviembre de 2012, se procederá al desahucio y posterior lanzamiento de su vivienda. Ante la posibilidad de verse en la calle, reconoce estar pasando por un momento "difícil de explicar". No tiene familia en España. Solo tiene a sus dos hijos, uno de ellos con nacionalidad española. "Intento ser fuerte delante de los niños, aunque sé que ellos lo están pasando muy mal", afirma. Todavía debe hacer frente a 99.000 euros de hipoteca, pero ya no puede más.

Apoyo

En Aragón se producen cada día entre 5 y 10 desahucios. El caso de la congoleña no es el único. Desde la plataforma Stop Desahucios recuerdan que detrás de cada desahucio hay "personas sufriendo". Mañana estarán presentes desde primera hora en el domicilio. Aseguran que intentarán frenar cualquier intento de desahucio, si bien es cierto, lo harán de manera pacífica. "Sería un acto de humildad dejar que Ancy se quedara en su casa. La dación en pago debería ser suficiente", asegura Raquel de la Riba, una de las portavoces de Stop Desahucios. En Aragón, en lo que llevamos de año, se han producido cerca de 1.500 desahucios. Las ilusiones de toda una vida se desvanecen ahora ante la impotencia y la falta de un acuerdo por ayudar a una familia.