El vuelco de un camión que transportaba 20.000 litros de gasóleo y 10.000 de gasolina obligó en la tarde de ayer a desviar el tráfico de la autovía A-23 a la antigua N-330 en un largo tramo entre Teruel y la provincia de Castellón.

El accidente ocurrió a las 18.42 horas en el kilómetro 57 de la citada vía, en el término de Barracas (Castellón), pero lo suficientemente cerca del límite con la comunidad de Aragón para que el flujo de vehículos se viera también afectado a partir de la ciudad de Teruel.

La Generalitat valenciana puso inmediatamente en marcha el Plan de Mercancías Peligrosas, mientras que el Consorcio Provincial de Bomberos de Castellón envió al lugar del siniestro un camión cisterna con 30.000 litros y cuatro dotaciones, entre ellas una de riesgo químico.

Fuentes de la Comunidad Valenciana señalaron que no era posible hacer el trasvase del producto debido a la situación del camión volcado, por lo que se envió una grúa para levantarlo y sacarlo de la calzada, con el fin de que se pudiera restablecer la circulación por la zona. La autovía se cerró completamente al tráfico entre los kilómetros 60 y 47, en la provincia de Castellón.