Una agencia de viajes de Zaragoza, Zafiro Tours de Duquesa Villahermosa, ha estado publicitando un viaje a Tarragona utilizando un cartel con el nombre de Tabarnia, la humorística denominación que el cómico Albert Boadella ha inventado para las comarcas costeras de Cataluña en las que una mayoría de habitantes vota en contra de la independencia.

«Esta promoción ha sido un éxito», apuntó ayer Javier Blasco, director de la agencia en cuestión, que cree que el hecho de haber empleado la palabra Tabarnia para referirse a la zona objeto de la visita ha podido influir en el interés despertado. El caso es que, a día de hoy, ya ha vendido 40 plazas y está pensando en ampliarlas para atender a la demanda que va apareciendo.

Sin embargo, a determinados medios de comunicación catalanes esta idea no les ha sentado bien. Y, de hecho, el dueño de la agencia zaragozana, decidió ayer retirar el cartel en el que anunciaba el viaje a Tabarnia por la «desproporcionada» reacción que ha provocado.

Periódicos digitales, radios y cadenas de televisión locales y provinciales de la vecina comunidad han dado cobertura a la oferta turística, consistente en un recorrido por la provincia de Tarragona. Y algunos de ellos han destacado que algunos de los lugares visitados no forman parte de la inexistente Tabarnia.

SIN ÁNIMO DE MOLESTAR

«La verdad es que estamos un poco abrumados y sorprendidos por la forma en que se lo han tomado algunos medios», explicó Blasco. «Concebimos el cartel de Tabarnia como algo gracioso, simpático, sin ninguna intención política, y por eso pedimos disculpas a las personas que hayan podido sentirse ofendidas», subrayó.

«Los periodistas catalanes que me han llamado estos días parece que le buscan tres pies al gato, pero nuestros clientes se han tomado esto con humor, como algo gracioso y sin maldad», indicó el responsable de la agencia de viajes.

Blasco insistió en que el recorrido propuesto huye del tópico de la costa Dorada, sin mucho sentido en temporada invernal, para centrarse en lugares de la Tarragona interior poco conocidos por los aragoneses. En sitios como el monasterio de Poblet, la cueva de Font Major o el pueblo de Siurana, que se ignoran cuando se va camino de la playa.

«Se trata de un viaje cultural, para nada político», remachó el responsable de la agencia de viajes zaragozana, que se felicitó de no haber colgado la publicidad en las redes sociales, porque la repercusión, previsiblemente, hubiera sido todavía mayor. «Solo pusimos un cartel en nuestro escaparate, hace bastantes días, y hemos decidido quitarlo y poner otro con la palabra Tarragona en lugar de Tabarnia, para evitarnos más líos», explicó.

«Todos en la agencia tenemos familia en Cataluña y en ningún caso hemos pretendido molestar a nadie con esta idea», añadió, preocupado por la posiblidad de que se hagan interpretaciones «fuera de contexto». La idea de ofrecer un viaje a Tabarnia, programado para los días 2 y 3 de marzo, fue solo de la agencia de la calle Duquesa Villahermosa, no del resto de delegaciones que giran bajo el mismo nombre comercial de Zafiro Tours. «Nosotros organizamos recorridos por Zaragoza y por las provincias y comunidades limítrofes, a Valencia para las Fallas y a las Bodas de Isabel ahora en febrero, y lo de Tarragona encaja en ese tipo de oferta», continuó Blasco.

Estos desplazamientos se suelen organizar en combinación con asociaciones de personas mayores, una forma de garantizar que se cubrirá el mayor número posible de plazas. En el caso de Tarragona, el coste es de 149 euros e incluye una noche en un hotel de tres estrellas del centro de la ciudad, a pensión completa, con dos comidas, una cena y un desayuno, más varias visitas guiadas.

OTRA PERSPECTIVA

Para Blasco, lo realmente importante del viaje por el interior de Tarragona es que «permite conocer la provincia desde otra perspectiva». De hecho, señaló, se intenta que en las paradas se visite siempre algún sitio original y poco conocido. «Al fin y al cabo», se preguntó, «¿qué aragonés no conoce las playas de Tarragona si, quien más quien menos, pasa temporadas allí, posee un apartamento o conoce a alguien que lo tiene?».

Ese enfoque, argumentó, es el mismo que aplica en otros viajes que organiza su empresa. La salida a Gallocanta, por ejemplo, coincide con la época de emigración masiva de las aves, y a Graus se va cuando se celebra el día de la longaniza o el de la trufa. Se trata, dijo, de «sacar el mayor provecho de la visita».