El portavoz del PP en el Ayuntamiento de Zaragoza, Jorge Azcón, no tardó ni 24 horas en dar un paso al frente y liderar el siguiente paso en la restauración de la democracia que se pretende en las sociedades municipales, y argumentando que aquellos que ocuparon los puestos de vicepresidente o de gerente gracias al golpe dado el pasado 9 de febrero deberían ser cesados por la mayoría en los consejos de administración. Una especie de vendetta o de purga de quienes se han beneficado de ello, a manos de los que vuelven, siete meses y medio después, a tener mayoría en la toma de decisiones.

El líder conservador aclaró que el pleno convocado por Pedro Santisteve el próximo lunes, tras cesar a los consejeros que sustituyeron a los de la oposición en febrero, no es exactamente el que PP, PSOE y Ciudadanos (Cs) forzaron, sino el que a Zaragoza en Común (ZeC) le interesa. Una modalidad que le permite mantener a todos los vicepresidentes y gerentes que impuso, y pese a todo. Así que les instó a secundar la petición de cese de todos ellos, de forma escalonada. A la vez que les recordó que, si optan por retirar sus firmas de la petición de ese pleno extraordinario, su partido pedirá igualmente otro.

«Hoy es el día de defender la democracia, que quien ha dado un golpe de Estado en el ayuntamiento no puede seguir gobernando las instituciones. Si el PSOE quiere mantener a la zorra vigilando el gallinero tendrá que explicarlo», manifestó el concejal del PP. «Si piensa que ahora ya son pelillos a la mar, que no cuente con nosotros».

Así, en la hoja de ruta de Azcón se ha fijado como objetivo prioritario la sociedad de Ecociudad. Exigió el cese «de forma inmediata» de su vicepresidente, Alberto Cubero, y también el gerente actual, Joaquín García Lucea, de una entidad a la que «ya ha hecho bastante daño». «Proponemos que vuelva el anterior, que lleva décadas trabajando en esto», añadió. Se refería a Miguel Ángel Portero, el exgerente de esa sociedad municipal, que acudió a la vía penal para denunciar su cese -que derivó en la imputación de todos los miembros del Gobierno de ZeC- y ahora vvolvería a los mandos de la entidad con la que se ha querellado; con el que el edil del PP admitió que no ha hablado ni sabe si aceptaría, pero que eso se haría «después» del cese de García Lucea; y descartando a cualquier otro experto porque «nombrar a alguien que tenga que empezar desde cero va a significar más parálisis».

El líder conservador ayer solo tenía nombre y apellidos para los cesados de urgencia y para uno de los herederos a esos cargos. Sobre el otro, el de la vicepresidencia, dijo: «Estamos dispuestos a hablarlo», a la vez que recordaba que la concejala María Navarro ya estuvo al frente.

Sin embargo, el concejal anticipó los siguientes pasos. En los primeros consejos que se convoquen pedirán el cese de los vicepresidentes. Es decir, Pablo Híjar, en Zaragoza Vivienda y Zaragoza Deporte, y Fernando Rivarés, en Zaragoza Cultural.

Pero ni a este último ni al gerente de esta sociedad, Saúl Esclarín, elegido exactamente igual que García Lucea en Ecociudad (cese de Elena Laseca y nombramiento), se les toca ahora porque «sería irresponsable» hacerlo «a pocos días del Pilar, que ya tiene bastantes problemas». «No podemos echarle más gasolina a un incendio en las que serán las peores fiestas que se recuerda en décadas», dijo.

Cubero respondió «al mayordomo de los poderes económicos de la ciudad» que tiene «la voluntad de seguir» y su Gobierno, «de gobernar». Pero que en ese «odio visceral» le tienen que refrendar otros. Como el PSOE, al que le remarcó que «ya no hay excusas para que le siga haciendo el juego a la derecha» ahora que se les ha devuelto a las sociedades.