Los vecinos de las localidades navarras de Yesa y Sangüesa han pedido hoy la paralización de las obras de ampliación de la presa de Yesa, donde ayer se registró un nuevo deslizamiento en la ladera derecha de unos 30.000 metros cuadrados.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha reconocido hoy que se ha producido un nuevo derrumbe de un talud, afectación local y superficial, asegura, de un volumen aproximado de 30.000 metros cuadrados que no pone en riesgo la seguridad de la prensa.

La CHE anunció el pasado día 22 en Yesa el inicio de la construcción del nuevo cuerpo de la presa para la ampliación del embalse, que tiene ahora cien metros de altura y casi 3,5 millones de metros cúbicos de capacidad.

Los miembros de la plataforma Yesa+No han informado hoy en una conferencia de prensa en Sangüesa de que han comprobado personalmente el nuevo deslizamiento de tierras, en la parte baja de la ladera derecha del pantano.

Iker Aramendia, miembro de la plataforma, ha explicado a EFE que el corrimiento de tierras se ha producido en la zona donde se quiere anclar el estribo derecho del nuevo cuerpo de la presa.

Aramendia ha pedido que se paren las obras de ampliación del embalse y se ha lamentado: "Ya no sabemos qué tiene que ocurrir" para que se reconsidere este proyecto.

El integrante de la plataforma ha señalado, además, que el deslizamiento de ayer se suma al registrado hace dos semanas también en la ladera derecha del pantano, tres meses después de que la CHE anunciara que había consolidado el terreno con unas obras de urgencia.

La plataforma vecinal ha pedido también, tras el nuevo deslizamiento, que se releve al equipo técnico de las obras, así como el cese del presidente de la Confederación Hidrográfica, Xavier de Pedro.

"Han puesto en riesgo a las personas y no han sido capaces de resolver los problemas de deslizamiento en la ladera", ha indicado Aramedia, quien ha reclamado que se proceda a "un desembalse cautelar inmediato" del embalse.

El integrante de la plataforma ha subrayado "la intranquilidad" de los vecinos, quienes, ha recordado, "han visto cómo en año y medio se ha gastado 25 millones de euros en unas obras" destinadas a asentar la ladera en la que se siguen produciendo deslizamientos de tierras.

Aramendia ha pedido, también, que la CHE proporcione a los vecinos de la zona las mediciones obtenidas por los aparatos técnicos de la Confederación porque "son unos datos públicos" a los que tienen derecho.