Cuando todavía no se conocía en Zaragoza la técnica del mata león, empleada por algunos delincuentes para llevar a cabo robos con violencia a viandantes, David Pellicer Criado decidió, supuestamente, emplearla en junio del 2018 para acabar con la vida de su pareja Raquel, con la que tenía una hija de 10 años. Para conocer con detalle cómo aplicarla llegó a realizar una búsqueda en 16 páginas web, según la Policía Nacional, si bien ayer negó la mayor. Afronta hasta 28 años de cárcel por un delito de asesinato y otro de malos tratos.

Fue durante la primera sesión del juicio que se celebra en su contra en la Audiencia Provincial de Zaragoza. Ante el jurado popular, David Pellicer Criado explicó que empleó Google para buscar «cómo suicidarme, no cómo matar a mi mujer».

Una explicación que sorprendió a la representante de la Fiscalía Especial Contra la Violencia de Género, Paloma Sopeña y al abogado de la familia de la víctima, Noé Gabás, quienes le sacaron a colación que en una de sus búsquedas escribió «¿Cómo matar a alguien sin que te pillen?» o que accedió a una web bajo el título 11 maneras de matar a una persona, manual de un asesino en serie.

Pero Pellicer insistió en que estaba sufriendo una depresión porque su pareja quería acabar con la relación de 17 años. Ella se lo había manifestado, según explicó, porque estaba manteniendo una relación sentimental con otro hombre. «Yo me vi en la obligación de reconquistarla, teníamos una niña de 10 años, mataría por ella», aseguró.

Es por ello que la semana previa al crimen, tal y como declaró el encausado ambos se dieron una segunda oportunidad. Fueron al bingo, a comer juntos, a hacerse unos tatuajes, pero el domingo 25 de junio la víctima le pidió que abandonara el domicilio familiar.

Pellicer recogió la ropa de su mesilla que metió en una mochila junto a la caja de herramientas de albañil. Todo ello lo dejó junto a la puerta para el lunes salir de la casa «y no volver en un tiempo», ya que el encausado incidió en varias ocasiones que no era algo definitivo.

ATAQUE

Ambos se acostaron en la cama y fue en ese momento cuando se inició otra discusión. Explicó que ella estaba de espaldas a él, que la cogió del cuello por detrás con un brazo y con la mano del otro le tapó la boca para que no gritara. Entonces, según su declaración, Raquel se defendió y se pusieron los dos de pie en la cama y, sin soltarla del cuello, cayeron al suelo. Fue en ese momento cuando la mujer se golpeó en el cuello y murió.

Una explicación que no convenció al abogado de la DGA, José Luis Gay, quien pidió poder recrear los hechos con el propio acusado, si bien este se negó. La ley le permite hacerlo, pero no con el jurado a quien tiene obligación de contestar y que le exigió una aclaración porque no entendieron por qué el golpe en la cabeza se lo dio ella y no él. Ante el tribunal popular dirigido por el magistrado Javier Cantero, Pellicer no tuvo otra opción que contestar aunque repitiendo su versión y muy parco en palabras.

A preguntas de su abogada, Carmen Sánchez Herrero, aseguró que sufrió un cortocircuito, ya que se veía sin la casa que pagaba y que estaba a nombre de su mujer y de su suegra, sin su pareja y sin su hija. A ello añadió una gran cantidad de alcohol y drogas consumidas la tarde de autos. Este martes sigue un juicio cuyo veredicto se conocerá el lunes de la semana que viene.