La Audiencia Provincial de Zaragoza juzgó ayer a un zaragozano, Óscar C. L., por vender metanfetamina en la peluquería que regentaba en la capital aragonesa. La Fiscalía solicita una condena de siete años de prisión, ya que en la entrada y registro que realizó el Cuerpo Nacional de Policía en la vivienda de sus padres halló 1,2 kilos de esta sustancia estupefaciente, así como 23.000 euros en efectivo.

Ante los magistrados, Óscar C. L. aseguró que nunca empleó este establecimiento para vender droga y que la gran cantidad que los agentes hallaron no era suya, sino de los amigos con los que consumía. Una versión que rechazaron los investigadores, quienes destacaron que «entraban los clientes a la peluquería y en menos de cinco minutos salían con el mismo pelo». «Ahí dentro no había actividad», apuntaron.

La madre del encausado refutó la versión de este, a preguntas del abogado de la defensa, Juan Carlos Macarrón. Aseguró que esa importante cantidad era suya porque prefería no tenerla en el banco. También explicó que su hijo se reunía siempre con sus amigos en su casa. El forense que analizó la drogodependencia del enjuiciado destacó su alto consumo.