El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, prometió ayer que seguirá "apoyando" a las familias de los militares muertos en el accidente del Yakovlev, a hacer pública "toda la verdad" y a estudiar las responsabilidades que puedan derivarse, pero rechazó cualquier "debate partidario" sobre la tragedia.

Esa fue la ambigua respuesta que ofreció Zapatero en la sesión de control del Congreso al coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, que le preguntó acerca de las medidas que tomará su equipo después de conocerse, como ya adelantó este diario, que más de 20 cuerpos --ya suman 23-- fueron mal identificados. El presidente del Ejecutivo no concretó en ningún momento las iniciativas que piensa llevar a cabo.

Zapatero subrayó que piensa "apoyar efectivamente" a las familias y "honrar la memoria" de los que murieron, esclareciendo "la verdad de los hechos", así como facilitando la realización de test de ADN al resto de allegados de las víctimas --diez ya lo han solicitado, pero aún faltan trece por pedirlo--.

Por su parte, Llamazares apuntó que el accidente del Yak-42 es uno de los "casos más graves" pendientes de la anterior legislatura, dado su "balance dramático de víctimas", las supuestas "irregularidades" cometidas desde la Administración y la "negativa" a escuchar a las familias practicada por el Ejecutivo del PP.

"Por eso, las familias no admiten excusas ni se dan por satisfechas con meras disculpas, y quieren una comisión de investigación", apostilló, pues sospechan que no hubo únicamente "una cadena de trágicos errores", sino contratación "temeraria" de aviones y una precipitada identificación. "El Parlamento y la Fiscalía General del Estado debemos cumplir exigiendo verdad y responsabilidades", concluyó Llamazares.