Zaragoza acoge, hoy y mañana, el Primer Congreso Nacional contra el Ruido, con el que se pretende concienciar a la sociedad y a las Administraciones del grave problema que es la contaminación acústica, una de las más perversas porque incide en la salud y calidad de vida de los ciudadanos.Así lo manifestó el presidente de la Plataforma Estatal contra el Ruido (PEACRAM), Ignacio Sáenz, en el marco del encuentro que se celebra en la capital aragonesa, al tiempo que agregó que "el ruido incide en la intimidad personal y familiar".Según Sáenz, "vivimos en el segundo país más ruidoso del mundo", por lo que, hay que cambiar las costumbres, mientras que las administraciones deberán legislar acorde con los nuevos criterios y directivas europeas."El problema en este país es que se acaba de aprobar la primera Ley del Ruido, y todavía no se han desarrollado los decretos, por lo que la ley no se puede aplicar y nos encontramos en la incertidumbre de no saber si esta situación va a cambiar o si va a continuar así", apuntó.Sáenz explicó que hay muchos ayuntamientos que no tienen una ordenanza de ruido, o que en el caso de que existan, "son muy pobres", y "en todos los casos se incumple sistemáticamente", por lo que "hay carta blanca de impunidad" para los "maltratadores acústicos", y los ciudadanos "están indefensos en una situación intolerable".En este sentido, el presidente de PEACRAM recordó que "Aragón es una de las únicas Competencias Autónomas que no ha desarrollado la competencia de Medio Ambiente, y la tiene abandonada en un cajón".Respecto a las declaraciones del consejero de Medio Ambiente del Ejecutivo autonómico, Alfredo Boné, en las que afirmaba que como no está desarrollada la ley nacional, no hay parámetros básicos para desarrollarla en Aragón, dijo "que es una excusa y lo único que hace es acreditar a aquellos que quieran incumplir la norma".