Zaragoza ya tiene presupuesto para el 2014. Un mero trámite, después de la discusión de los últimos meses y del anunciado acuerdo alcanzado con CHA e IU, que deja tras de sí las mismas dudas que genera la aplicación de la nueva Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local y el confuso traspaso de competencias a la DGA, aún por definir, que marcó el debate del pleno extraordinario celebrado ayer. Una sesión de la que se pudieron extraer dos ideas claras: que este ejercicio será de difícil ejecución y que el PP sigue al margen de la discusión sobre cuál debe ser la apuesta de la capital aragonesa por garantizar los servicios y salvaguardar los empleos.

OTRO LENGUAJE PSOE, CHA e IU no hablan el mismo lenguaje que el PP, ayer enrocado, en boca del concejal Jorge Azcón, en que este presupuesto es "irrespetuoso" con las entidades que presentaron alegaciones, que "no va a hacer más competitiva a la ciudad", por carecer de una política fiscal que genere empleo y que se limita al "reparto de subvenciones entre amigos". Además, subrayó "su incoherencia", porque defiendan la protección de las familias y el gasto social mientras encargan a una empresa privada que cobre los recibos impagados del saneamiento --unos dos millones adeudados-- a cambio de 155.000 euros fijos más el 15% de lo que recaude.

El vicealcalde, Fernando Gimeno, defendió que la congelación fiscal es una apuesta de Zaragoza, donde todos los impuestos que han subido --como el IBI, el IVA, o el IRPF, entre otros-- los han impuesto los Gobiernos central y autonómico, que también se ha incrementado el gasto social, un 2,8% y que se ha aprobado "casi en plazo", no como otras instituciones, como la DGA.

Desde CHA, Carmelo Asensio, destacó que tener ya el presupuesto es "la mejor forma de intentar paliar las duras reformas del Gobierno de España y aragonés", e instó a Gimeno a convocar un pleno extraordinario porque "Zaragoza debe decidir qué queremos hacer" ante ese posible traspaso de competencias que marca la ley de bases.

Y el portavoz de IU, José Manuel Alonso, incidió en "el criterio de responsabilidad y la búsqueda de soluciones" que representa tener las cuentas aprobadas, a pesar del "mar de dudas" que deja la temida y recién estrenada reforma local.