Convertir los solares abandonados o en desuso de Zaragoza en nuevas zonas urbanas adecentadas, limpias y con alguna oferta de ocio para el barrio donde se ubican era un objetivo por el que el ayuntamiento empezó a apostar en el 2016 y ahora empieza a dar resultados. A finales de diciembre se estrenaron dos en Santa Isabel (en El Espartidero y la avenida Estudiantes) y ahora se suman tres más: uno en la calle Pilar Aranda, en el distrito Oliver-Valdefierro; otra en Segundo de Chomón, en el Actur; y otra en la calle Zafiro, de Torrero. Cinco emplazamientos a los que se han destinado 99.960 euros para obras realizadas por empresas de inserción.

Son los datos de los que el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) dio cuenta ayer en la comisión de Urbanismo, en la que su responsable, Pablo Muñoz, defendió que esta será la política a seguir en el futuro para recuperar suelos que hasta ahora acumulaban suciedad durante años o, como mucho, acababan vallados y con la obligación de dedicar más dinero a su limpieza regularmente. Este proyecto persigue ahorrar ese dinero al propietario a cambio de que ceda el solar de forma gratuita al consistorio. Este entra en la parcela y acaba diseñando un espacio adecentado y completamente urbano.

Con una mesa de ping pong y bancos, como en los suelos acondicionados del Actur u Oliver, o como aparcamiento, como ha sucedido en el de Torrero. El caso es actuar y dejar de ser un foco de insalubridad y, en consecuencia, de quejas vecinales. De hecho, son los propios vecinos los que ponen el foco sobre dónde intervenir y, así, se espera estrenar «más de 20 solares más en dos meses» o llevar a cabo «entre 30 y 40» actuaciones similares cada año en los distritos de la ciudad.

En ellos, se definen los usos que tendrá en base a las carencias de la zona o las peticiones vecinales. Se evita el asfaltado, aseguró Muñoz, pero se colmata el terreno y se limpia para que su apariencia deje de ser la de un lugar de espaldas a la calle.