Hace ya ocho años que el escritor y activista inglés Tristram Stuart organizó en la londinense Trafalgar Square el evento conocido como Feeding the 5.000 (alimentando a los 5.000), un reparto de comida en perfectas condiciones pero con destino a la basura con el que pretendía denunciar el tremendo despilfarro de comida en el Primer Mundo.

Ayer, la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS) tomó el relevo de la iniciativa en Zaragoza, y convirtió con ello a la capital aragonesa en organizar un evento de este tipo a semejante escala, con cuatro toneladas de comida repartidas entre los más de 5.000 zaragozanos que acudieron a disfrutar de una comida gratis, y a concienciarse a la vez.

Según recordaba Oriol Gavín, uno de los integrantes de la FAS, la celebración cuenta con un precedente celebrado hace cinco años en el campus de San Francisco de la Universidad de Zaragoza, pero para 1.400 personas, nada que ver con la magnitud de comensales y alimentos que se dio ayer en el acto Zaragoza no tira Comida.

Para este, 300 voluntarios han pasado la última semana recolectando verduras, pasta, dulces y bollería que una veintena de empresas y productores han cedido gratuitamente, ya que su destino era ir a la basura. La vida comercial de los alimentos no coincide con su conservación, y entre esto y los alimentos que se compran de más, cada año se tiran en España 7,7 millones de toneladas de comida. Una «perversidad» de sistema teniendo en cuenta los millones de personas que mueren de hambre en otras zonas del planeta, remarcó Gavín.

JORNADA

Para llamar la atención sobre esto se organizó la jornada de ayer, que invadió la plaza del Pilar de cocinas, mesas y vegetales gigantes para disfrute de los más pequeños, además de paneles explicativos y contenedores de residuos orgánicos. Como explicaba Edurne Caballero, una de las organizadoras, los cubiertos y vasos eran de material biodegradable y se animaba a tirarlos a los contenedores de basura orgánica, junto con la comida, para hacer compostaje que nutrirá los huertos escolares.

Un anticipo de lo que serán los contenedores orgánicos que se instalarán como programa piloto en el barrio del Actur el año que viene, según recordó la concejala de Educación e Inclusión del Ayuntamiento de Zaragoza, Arantza Gracia, que se acercó a la plaza con el alcalde Pedro Santisteve. El primer edil recordó que evitar el despilfarro es uno de los puntos principales de la lucha contra el cambio climático y la desigualdad que promueve ZeC.