Familiares, allegados y admiradores de la maestra de la danza María de Ávila darán esta tarde su último adiós a la bailarina en una misa funeral que se celebrará esta tarde en la Basílica de Santa Engracia, en el centro de Zaragoza, ciudad donde vivió durante más de sesenta años.

María de Ávila, la gran dama de la danza clásica en España, falleció el pasado jueves a los 94 años y, tras dos días de velatorio en su casa, fue enterrada el pasado sábado en el cementerio de la capital aragonesa en la más estricta intimidad.

Esta tarde, a las siete horas, está prevista una misa funeral, en la que los admiradores, allegados y familiares de María de Ávila darán su último adiós a esta mujer, quien tenía una salud muy frágil desde hacía unos años y quien ya llevaba un tiempo retirada de la escena pública.

Esta artista, que fue primera bailarina del Teatro del Liceo con 19 años, falleció en su casa en la capital aragonesa, acompañada de su hija, Lola, y de sus nietas.

María de Ávila nació en Barcelona en 1920 y hace sesenta años creó una escuela de danza en la capital aragonesa, donde se han formado algunos de los bailarines españoles más reconocidos en el mundo, como Víctor Ullate, Ana María de Gorriz, Cristina Miñana, Arantxa Argüelles, Ana Laguna, Trinidad Sevillano, Muriel Romero o Antonio Castilla, entre otros.

Durante estos días ha recibido el reconocimiento de los profesionales españoles de la danza y de las autoridades aragonesas.

Su hija, Lola de Ávila, declaró a eFE que "la danza en España, sobre todo la clásica, tiene el nombre de María de Ávila", por cuyas clases pasaron.