El caudal del río Ebro en su tramo final ha crecido durante el fin de semana a consecuencia de las intensas lluvias que se han registrado en el Pirineo y en las cuencas altas del Arga, Irati y Gàllego, un fenómeno que es más patente en Tortosa y Amposta.

El pantano de Mequinenza desembalsa este mediodía 1.302 hm³/s (hectómetros cúbicos por segundo), mientras que a su paso por la estación medidora de Ascó se registraba un caudal de 1.049 m³ por segundo y, más abajo, en Tortosa, 989 m³/s.

En estos momentos, los embalses de la cuenca del Ebro se encuentran a un 79,8 % de su capacidad, un 10,8 % más que hace un año.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Xavier de Pedro, ha subrayado que la situación es "de normalidad" y ha afirmado que no se esperan daños "de ningún tipo" en las motas y defensas del río por la avenida ordinaria del Ebro.

"Van a ir bajando los caudales y en Zaragoza se esperan esta noche entre los 1.200 y 1.300 hectómetros cúbicos" cuando llegue la punta de la crecida, por lo que "es una avenida dentro de lo ordinario y no se esperan daños significativos", aunque se inunden "algunos campos cercanos a la ribera del río", ha observado.

Así, seguirán registrándose precipitaciones esta semana "pero la cota de nieve va a bajar y no esperamos que aumenten los caudales", sino que se mantendrán en cifras "importantes, pero no va a haber ningún aumento ni pensamos en una avenida de tipo extraordinario", ha recalcado, para insistir en que la situación "es de normalidad".