La capital aragonesa estrenará mañana la ordenanza que regula la tenencia y protección de los animales y mascotas y su convivencia con los ciudadanos, en aspectos como su suelta en zonas verdes y la posibilidad de viajar en transporte público.

El contenido de la nueva ordenanza cuenta con el apoyo de los cuatro grupos municipales del Ayuntamiento de Zaragoza, así como de entidades sociales como la Federación de Asociaciones de Barrios, organizaciones protectoras de animales o del propio Consejo de la Ciudad, a través de su Consejo de Protección Animal.

Uno de los aspectos más novedosos es el acceso de animales a los medios de transporte público, aunque al autobús urbano solo podrán acceder animales en trasportín o similar y siempre que su peso no supere los 10 kilogramos.

En cualquier vagón del tranvía podrán viajar animales en trasportín o similar y en el último convoy podrán hacerlo los animales de menos de 10 kilogramos, sin trasportín, pero con bozal o similar y en brazos de su propietario, así como un único animal, dos si es del mismo propietario, de más de 10 kilos, con bozal o similar y debidamente atado.

La implantación de este reglamento específico del Tranvía será sometido a un periodo transitorio de prueba de seis meses a partir de la entrada en vigor de la ordenanza, tras lo que se someterá a estudio y se valorará el desarrollo práctico para introducir los cambios o corregir deficiencias detectadas.

La nueva ordenanza también regula otros aspectos relacionados directamente con la convivencia entre los animales de compañía y los usuarios de espacios urbanos, como zonas verdes, parques y jardines.

Así, se establece un régimen abierto de esparcimiento canino en los parques de la ciudad que no eximirá al propietario de la responsabilidad directa de mantenerlo bajo control en todo momento, asegurar su adecuado comportamiento y evitar cualquier riesgo para la seguridad, la convivencia o la tranquilidad de otros usuarios del parque.

Este régimen será limitado a tramos horarios nocturnos concretos (de 20:00 a 9:00 horas entre el 1 de noviembre y el 30 de abril, y de 21:00 a 9:00 entre el 1 de mayo y el 31 de octubre) y siempre en parques con una superficie superior a los 1.000 metros cuadrados.

En todos los parques y zonas verdes de la ciudad se señalizará e informará debidamente de este punto.

La nueva Ordenanza también abre una nueva vía de convivencia en establecimientos de hostelería y deja a discreción del propietario la posibilidad de permitir el acceso o no de animales.

La normativa establece asimismo tres niveles de sanciones por la comisión de infracciones (leve, grave y muy grave), con una carga económica que oscila entre los 50 y los 1.500 euros.

De esta forma, los propietarios de animales que no recojan las deyecciones de sus mascotas serán sancionados con una multa fija de 80 euros (falta leve) y aquellos cuyas mascotas pongan en riesgo la seguridad de las personas o perturben la tranquilidad y la convivencia podrán ser sancionados con hasta 500 euros (falta grave).

Y quienes cometan actos de maltrato o no los cuiden en unas condiciones mínimas (de alimentación, espacio, cuidados higiénicos o sanitarios) podrían ser multados con hasta 1.500 euros.

Para facilitar el conocimiento del nuevo reglamento el Ayuntamiento repartirá en los próximos días más de 40.000 folletos relacionados con los principales aspectos de la Ordenanza, especialmente los vinculados al uso del transporte público o la convivencia en zonas verdes.

También se llevará a cabo una campaña de difusión en emisoras de radio locales y el cuerpo de voluntarios realizará tareas informativas en paradas de autobuses y tranvía, así como en parques y zonas verdes.