Zaragoza estrena un protocolo de actuación ante episodios de alta contaminación que contempla aplicar medidas de información, fomento del transporte público y restricciones de tráfico en caso de alcanzar niveles de alerta.

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha explicado este viernes en una rueda de prensa esta nueva herramienta para la ciudad, que se enmarca en la Estrategia de Calidad del Aire y Cambio Climático de Zaragoza (ECAZ 3.0) recién aprobada por el Gobierno de Zaragoza en Común.

Hasta el momento, la capital aragonesa no contaba con un protocolo de estas características aunque, tal y como ha advertido el alcalde, en la ciudad el nivel de alerta establecido en la legislación para dióxido de nitrógeno no se había superado en ninguna de las estaciones de la red de control.

"Afortunadamente en esta ciudad no ha habido que tomar medidas restrictivas como en Madrid o en Barcelona", ha explicado el regidor, quien ha celebrado en cualquier caso la implantación de esta nueva herramienta de prevención "en aras de una mejor calidad del aire y de una mejor calidad de vida".

El protocolo recoge tres tipos de medidas en función del grado de contaminación: un primer nivel en el que se informaría a la población, un segundo nivel con medidas de refuerzo del transporte público y una tercera fase de alerta en la que se restringiría el tráfico en una parte de la ciudad.

Este escenario se contemplaría si se alcanzan 400 microgramos de dióxido de nitrógeno (NO2) por metro cúbico y las restricciones se llevarían a cabo en la denominada como "Zona 0", que comprende Paseo Echegaray y Caballero, Paseo María Agustín, Paseo Pamplona, Paseo de la Constitución, Paseo La Mina, Calle Asalto y Calle Alonso V.

En cualquier caso, la técnico municipal de Medio Ambiente Mónica de Luis ha manifestado que gracias a unas condiciones meteorológicas favorables y al fomento del uso del transporte público solo se ha alcanzado en los últimos años el nivel de preaviso (el mínimo para activar el protocolo) una vez.

Fue a finales de 2007, en una de las estaciones zaragozanas y durante dos horas, lo que en cualquier caso no habría llevado a la puesta en marcha del plan, ya que se debe registrar en dos de los ocho puntos de medición de la ciudad.

El nuevo protocolo de actuación ante episodios de alta contaminación se une a la Estrategia de Cambio Climático, Calidad del Aire y Salud de Zaragoza (ECAZ 3.0), con un marco temporal 2030 y que se desarrolla en coordinación con el resto de políticas municipales.

Esta iniciativa de la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Zaragoza renueva la Estrategia para la Mitigación del Cambio Climático y la Calidad del Aire de Zaragoza (ECAZ), del 2009 y con horizonte en el 2015.

Su evaluación arrojó datos de reducción de las emisiones en los sectores de acción directa municipal (como movilidad, residencial, servicios públicos e institucional y residuos) de cerca de un 18 % y de un 5,9 % en el escenario global.

Ahora, las tres metas de la ECAZ 3.0 son la lucha y la adaptación frente al cambio climático, la mejora de la calidad del aire y la salud y la eficiencia y la reducción en el uso de los recursos.

Un total de cuarenta acciones e indicadores de seguimiento completan este plan de acción que se centra en las energías renovables, alimentación sostenible, gestión sostenible del agua y aprovechamiento de residuos como recursos.

"Muchas acciones se estaban llevando a cabo ya de forma dispersa, pero hay que darle el hueco que tiene como principal instrumento de planificación medioambiental de Zaragoza", ha completado Santisteve.

En cifras, los objetivos son reducir las emisiones de CO2 en un 40 %, aminorar los residuos domésticos que llegan a vertedero en un 50 % y disminuir la concentración de NO2 en un 60 %, todo ello con respecto a los niveles de 2005.

Para tratar de lograrlo, la estrategia se estructurará en torno a cuatro ejes de actuación: diseño urbano, servicios públicos municipales, movilidad sostenible e industria y otros sectores de actividad.