Zaragoza acogió ayer la visita de una delegación de la ciudad de Pau para recibir un ofrecimiento: implantar en la capital aragonesa un vuelo diario con la ciudad gala que, además, permitiera a los aragoneses llegar a París. Una conexión aérea regular con una frecuencia de siete salidas a la semana haciendo escala en una localidad «gemela». Así se lo trasladó su vicealcalde, Jean Paul Brin, al Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza, que ven una demanda potencial importante que, ahora, van a estudiar en profundidad.

La reunión se desarrollo en el despacho del responsable municipal de Economía y Cultura del consistorio zaragozano, Fernando Rivarés, en Torreón Fortea, y a ella acudió también el secretario general técnico del departamento de Vertebración del Territorio, y Movilidad de la DGA, Juan Martín, para recibir a Brin y a representantes del Consorcio Mixto del Aeropuerto Pau-Pyrénées.

Ese potencial, según explicaron tanto Brin como Rivarés y Martín, se basa en los estrechos lazos culturales, comerciales y turísticos entre las ciudades de Zaragoza y Pau, a los que se suma la posibilidad de llegar a París como reclamo. «Si la línea no se llena en Zaragoza para ir a París, se llenará en Pau y beneficiará a las dos», señaló el primer teniente de alcalde galo.

Miles de plazas disponibles para los usuarios del aeropuerto de Zaragoza que aún no tienen plazo para su implantación porque, aseguraron, es pronto para tomar esa decisión. Para el verano, imposible. Para este año, ya se verá. Porque la DGA, indicó Martín, ahora va a analizar que posibles sectores turísticos, industriales o económicos se pueden ver beneficiados con este nuevo vuelo. De momento, solo se conoce que son muchos los turistas de la región bearnesa que visitan cada año Zaragoza y la comunidad autónoma, y que a la DGA «le interesa especialmente estrechar las relaciones económicas, culturales y sociales con una región que tiene tanto que ver con la historia, con la cultura, con la economía y con la realidad de Aragón como es el Bearn».

La localidad francesa vino con números que el ayuntamiento y a la DGA parecieron convencerles. Aunque son conocedores de que este vuelo tendría una competencia importante. Primero, en el caso de París, porque ya existe una conexión que ofrece la compañía de bajo coste Ryanair con la pista de Beauvais, a bajo precio y sin escalas intermedias aunque no sea con una frecuencia diaria. La segunda, por la proximidad geográfica con la localidad de Pau, a apenas tres horas por carretera desde la capital aragonesa.

Así que eso es precisamente lo que hay que analizar ahora. Si realmente hay demanda potencial suficiente, a que precios se puede ofrecer un trayecto que para el viajero no es excesivamente caro pero si complejo por las carreteras que atraviesa. En menos de una hora se podría aterrizar en la pista francesa, por la que cada año pasan más de 600.000 viajeros, explicó Brin.

COLABORAR

La otra es la financiación de esta apuesta, ya que siendo a coste cero para las arcas aragonesas siempre tendrá más posibilidades de salir adelante. El ayuntamiento, por supuesto, hace años que dejó de aportar dinero a la promoción de su aeropuerto a través de la sociedad creada al efecto por la DGA. Sin embargo, la propuesta de Pau aterriza en pleno despegue de la estrategia bautizada como NAVE, que es la de convertir a Zaragoza en el Nodo Aeroportuario del Valle del Ebro. La impulsó el Gobierno aragonés y esta oferta le viene bien para establecer nuevas conexiones internacionales mientras trabaja destinos que ya tenía en cartera, como Marruecos, Alemania o Italia, entre otros.

Mientras, Martín restó importancia a que Zaragoza no aporte dinero a la promoción del aeropuerto, porque lo importante ahora, explicó, es la «colaboración» entre instituciones y esto sí que se está dando.

DESTINO INÉDITO Y CON POTENCIAL

La propuesta de Pau ha sido recibida con los brazos abiertos por la DGA y el Ayuntamiento de Zaragoza. No en vano, el turista francés es el más numeroso en la capital aragonesa y ya tiene experiencias previas en conexiones aéreas con el país y sus regiones vecinas, las más próximas al Pirineo. Aunque no todos los vuelos han funcionado como esperaban, lo cierto es que la capital del Bearn galo abre un abanico de posibilidades: 600.000 pasajeros el año pasado, la mayoría de ellos por sus rutas regulares con París y Lyon. Con la capital francesa opera nueve vuelos diarios, seis que aterriza en la pista de París-Orly y trescon la de Charles de Gaulle. Con el aeropuerto de Lyon hay otras tres salidas.

Pero el interés de Pau también se amplía a las posibles relaciones comerciales que se pueden establecer o favorecer con Aragón. Y a que sus empresas y proveedores aeronáuticos generan un número importante de pasajeros. Además, ofrece vuelos todo el año a Nantes, Marsella y y Marrakech (que sí era objetivo de la DGA ahora) y de forma estacional a Niza, Lille y Córcega.

Sin embargo, en el análisis hay que poner en el otro lado de la balanza los precedentes que también existen en las conexiones aéreas con Francia desde Zaragoza. En ellos están el vuelo fallido a Toulouse (de la extinta empresa pública Plaza Servicios Aéreos), con los mismos vínculos que aduce ahora Pau y que se quitó por su baja demanda. O la ya conocida de París, con sobresaltos por las decisiones de Ryanair.